Por un problema técnico, el espectáculo tuvo que ser suspendido por un tiempo. Esto llevó a que Daniel Sanabria lograra cumplir un sueño.
Ante el desconcierto de los presentes, el violinista y director de orquesta André Rieu anunció que debía suspender su recital por un problema técnico. La audiencia reaccionó animadamente y decidió cantar.
En medio de la euforia, se escuchó una flauta en una de las gradas. Era interpretada por un pequeño que con su sonido se abrió paso y dio un pequeño recital.
Los asistentes lo vitorearon y el joven músico fue invitado al escenario por los organizadores, en donde fue recibido por el propio Rieu.
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El pequeño acompañó con su flauta una de las canciones y cumplió así su sueño de conocer al gran maestro.