La actriz uruguaya Bárbara Mori es una las mujeres más bellas de Latinoamérica. Con 46 años, muchos alaban su talento y carisma, pero pocos saben el difícil camino que tuvo que recorrer para conseguir una vida llena de éxito.
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En 2019, la actriz de Rubí dio una entrevista al pódcast Se regalan dudas, en donde confesó su difícil pasado. "Tuve una infancia superdura, triste, oscura y violenta, muy alejada del amor. Crecí sin mamá y con un padre alcohólico", comentó.
Bárbara Mori admitió que, a pesar de ser una figura pública, intentaba mantener los aspectos de su vida personal en privado. Sin embargo, contó que, por las carencias que tenía en su hogar, comenzó a trabajar a la corta edad de 14 años.
"Fui mesera en una pizzería, repartía volantes en un semáforo, fui booker en una agencia de modelos, bailé en antros. Hice de todo un poco para poder ahorrar y salirme de mi casa", comentó la actriz, quien a los 17 años logró irse de su casa.
La belleza física de Bárbara Mori la llevó al mundo del modelaje. Al estar frente a las cámaras, descubrió que quería dedicarse a la actuación, por lo cual comenzó a estudiar para ello. Unos meses después fue llamada para su primer papel y desde ese momento su ritmo profesional no bajó.
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Por más de 10 años protagonizó telenovelas como Al Norte del corazón, Mirada de mujer, Azul tequila, Súbete a mi Moto y Amor descarado. Sin embargo, con Rubí consiguió el reconocimiento internacional que tanto había buscado, catapultando su fama en América Latina, Estados Unidos, Francia y España.
"Nunca me imaginé llegar a donde llegué. Cuando hice Rubí estaba en el momento más impresionante de mi carrera, donde tenía todo", sostuvo Bárbara Mori.
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Otro de los grandes desafíos que tuvo que afrontar fue que a los 29 años fue diagnosticada con cáncer, algo que pensó que sería el fin de su vida.
Actualmente, Bárbara Mori se dedica a proyectos de cine y en su fundación, Amorinfinito por los niños y sus sueños, una institución que apoya a pequeños con enfermedades terminales.