Paulina Vega, belleza y coraje

Los colombianos estaban acostumbrados a que sus representantes en Miss Universo siempre estuvieran entre las favoritas, sin embargo habían sido muchas las decepciones. Por ello nadie se sorprendió ni emocionó demasiado cuando Paulina Vega Dieppa empezó a figurar en los ‘reinómetros’ como una de las preferidas de los expertos.
La barranquillera de 24 años había llegado a la ciudad de Doral, en Florida, exudando la alegría y espontaneidad de la gente de su tierra. Además, mostrando en pasarela su innegable belleza y carisma.
La noche del 25 de enero de 2015, tras ir clasificando en cada grupo, Paulina empezó a perfilarse para cosas grandes. El escenario se veía inmenso cuando al final quedó parada allí, solo con la compañía de Miss Estados Unidos. ¡Colombia!, gritaron los presentadores y ella dejó salir en un suspiro toda la felicidad de un pueblo. El grito del público se escuchaba en el auditorio, en las calles de Barranquilla y en toda Colombia.
Tras la celebración de rigor de sus coterráneos, a Paulina le esperaba un año de reinado como el de todas sus antecesoras. Poco después de su elección, sin embargo, sucedió algo que nadie se esperaba. Las polémicas declaraciones del dueño del concurso, Donald Trump, sobre los mexicanos.
La reina quedó en una difícil posición. Por un lado, los latinoamericanos, su gente, le pedían un pronunciamiento. Incluso una renuncia. Por otro, era a su jefe a quien debía enfrentar.
Ella lo solucionó con una diplomática posición. Criticó las palabras del magnate y aseguró que eran “injustas e hirientes”. Pero aseguró que el concurso nada tenía que ver y no renunció. Algunos la alabaron, otros la criticaron.
Ella siguió adelante. Apoyó causas nobles, participó en diferentes eventos y pasarelas, estuvo en los canales de televisión más importantes del mundo y se codeó con las grandes celebridades. Sonrió siempre, contestó bien, fue agradable. Puso el nombre de Colombia en otro contexto y otros escenarios.
Fue una gran Miss Universo para orgullo de los colombianos.