Según la prensa española, aunque Shakira y Gerard Piqué lograron acordar su separación y los tiempos de sus hijos, todavía hay un tema que es un dolor de cabeza para la expareja. Se trata de la mansión de Esplugues de Llobregat, en Barcelona, en la que vivieron durante varios años y que todavía es una propiedad en común.
Después de su separación, la expareja puso en venta esta lujosa propiedad, pero después de dos años todavía no han logrado deshacerse de ella. Mientras esperan lograr la venta, los empleados de la casa atienden las extrañas exigencias de Shakira en el lugar.
¿Por qué Gerard Piqué y Shakira no han vendido su mansión?
Las revelaciones se hicieron en el programa Espejo Público de Antena 3. En un primer momento, cuando firmaron su acuerdo de separación, Shakira y Piqué coincidieron en que la venta de la mansión se haría por 14 millones de euros, es decir, más de 64.000 millones de pesos.
Al ver que la venta no ha sido posible, Piqué está dispuesto a cambiar el valor, pero Shakira aparentemente no. "Gerard propone bajarla a 7 millones [de euros]. Dice que es el precio real de la vivienda. Y Shakira dice que no, que quiere mantener los 14 millones", expresaron en el programa.
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En el espacio televisivo agregaron que, según el entorno, "Shakira quiere fastidiar, no quiere vender la vivienda, no quiere bajar el precio y quiere estar ahí presente".
¿Qué exigencias hace Shakira a los empleados de la mansión en España?
Como la casa no se ha vendido, en el programa señalaron que, cada vez que Shakira tiene que regresar a Barcelona, se queda en esa propiedad. En sus estadías, según conocieron, hace extrañas exigencias a los trabajadores.
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Revelaron que Shakira hace tirar todas las sábanas, cojines, mantelería y cubiertos. El motivo, según ellos, es que "lo que quiere es no tener ningún contacto con nada que haya tocado Clara Chía", la actual pareja de Gerard Piqué.