Juan Antonio González, un empleado invidente, es una persona de admirar. Sobrevivió a la avalancha de Armero cuando tenía 4 años y, a los 19, perdió la visión en un accidente. Viajó a Bogotá para recibir tratamiento y encontrar oportunidades, como la que le dio hace 16 años la multinacional para la que trabaja y en la querecibió la agresión de un cliente .
“Después de entregarle las salsas, me pide más y le digo que tendría que pagar una adicional, como lo dice la política de la compañía. Tenía rabia en su corazón, parquea, se baja y me pega el puño”, relata el hombre que fue noticia por la indignante agresión.
Juan Antonio asegura que, a pesar de que instauró la denuncia, lo que vivió ya es cosa del pasado. Como dice entre risas, “miro hacia adelante”, y piensa en sus nuevos proyectos, pues, además del trabajo en el autoservicio, es director de cortometrajes y ha participado en varias ediciones de Smartfilms, el festival de cine hecho con celulares.
“El festival le da oportunidad a personas con limitación visual o a personas que tengan cualquier tipo de limitación, y desde el 2017 llevo haciendo cortos con ellos”, afirma.
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Un cineasta sin límites
¿Pero cómo es hacer cine sin poder ver? “Lo explico con este ejemplo: en el corto ‘Milagros de una tragedia’, que refleja mi historia, mi hijo me representó cuando yo tenía 4 años y digo ‘ubíquese acá, quiero que tomen esa casa', entonces, yo pregunto los colores y hago una proyección en mi mente, mi esposa escribe y vamos haciendo el guion”, cuenta Juan Antonio.
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Pero su inspiradora historia no termina ahí, pues, además, estudió comunicación social, locución, programación neurolingüística y se ha convertido en un coach que dicta conferencias para motivar a los demás, con el apoyo de la empresa.
“Vivo muy agradecido, me ayudan con los permisos. Así he logrado mis metas y sueños. Gracias a esa oportunidad, puedo mantener a mi familia, tengo mis hijos, tengo mi esposa, ellos me apoyan en todo, compré mi apartamento”, comenta Juan Antonio, orgulloso.
Su historia de vida la comparte en su cuenta de Instagram, con el objetivo de ser agente de cambio, pues, como dice, "si él pudo salir adelante, ¿por qué los demás no?".
Y hace una invitación a las empresas colombianas: “Que le den la mano, que le echen ojo a la inclusión para que las personas que tengan alguna limitación puedan cumplir sus sueños”, finaliza el cineasta.
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