La batalla legal de Jennifer Lopez y Ben Affleck por dinero tras su separación

Jennifer Lopez, de 55 años, solicitó el divorcio de Ben Affleck en Los Ángeles sin abogado, justo el día en que cumpliría dos años de casada. No obstante, la separación habría ocurrido el 26 de abril de 2024. La ausencia de un acuerdo prenupcial complica la división de sus bienes, mientras la pareja se enfrenta a una batalla económica y personal cada vez más tensa.

Historia de la pareja

Jennifer Lopez y Affleck se casaron en una ceremonia íntima en Las Vegas en julio de 2022, después de una relación anterior que terminó antes del matrimonio en la década de 2000. Un mes después, celebraron con una gran ceremonia. La falta de un acuerdo prenupcial ha acentuado las complicaciones en su separación.

Finanzas en juego

Sin un acuerdo prenupcial, todas las ganancias generadas durante el matrimonio se consideran propiedad conyugal. Jennifer Lopez, con un patrimonio neto de 400 millones de dólares, lanzó tres películas, un proyecto autofinanciado y una línea de cócteles desde el matrimonio. Affleck, cuyo patrimonio neto es de 150 millones de dólares, también ha estado activo en varios proyectos cinematográficos. La venta de su mansión de 60,85 millones de dólares en Beverly Hills ya está en marcha.

Tensiones y proyectos compartidos

La separación también afecta a los proyectos en los que la expareja estaba involucrada, como la película Unstoppable, que estaba programada para estrenarse en el Festival de Cine de Toronto. Es incierto si continuarán colaborando en futuros trabajos.

Conflicto y reacción

La solicitud de divorcio ha intensificado una batalla económica que se había tornado amarga, con informes de que Lopez y Affleck habían dejado de hablarse durante las negociaciones. Una fuente cercana a la actriz mencionó: “Jennifer está furiosa. Él la ha humillado,” destacando el impacto emocional del proceso.

La separación de Jennifer Lopez y Affleck, en medio de una batalla financiera y personal, destaca las complejidades del divorcio en el mundo del espectáculo y pone de relieve el impacto de la falta de un acuerdo prenupcial en la división de bienes.