Este jueves, 5 de septiembre de 2024, llegó a las salas de cine de Colombia y el mundo la esperada segunda parte de Beetlejuice, la famosa película de Tim Burton. Jenna Ortega y Justin Thourox hablaron con Noticias Caracol en vivo sobre la importancia de trabajar en este largometraje.
Jenna Ortega asegura que quiere conocer Colombia
Al enterarse de que esta entrevista iba para Colombia, el rostro de Jenna Ortega, joven actriz con raíces latinas, se iluminó y recordó que una de sus artistas musicales favoritas es colombiana.
"La cantante Kali Uchis, sí, ella es colombiana, hace poco estaba escuchando su maravillosa voz y dije: 'Quiero ir a Colombia ya'", señaló la actriz que se hizo reconocida en Disney y saltó a la fama como protagonista de Wednesday de Tim Burton, director que la llamó de nuevo para esta cinta.
En Beetlejuice Beetlejuice, la actriz de 21 años interpreta a Astrid, la hija de Lydia Deetz, personaje que después de 36 años es interpretado nuevamente por Winona Ryder, quien trata de salvar a su hija del mundo de los muertos.
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Precisamente, ahora este personaje está a punto de casarse con Rory, persona que interpreta Justin Thourox, quien señaló que "esta entrega tiene más creatividad, más juego y más imaginación". Ambos coincidieron que trabajar con Michael Keaton, Beetlejuice, fue una de sus mejores experiencias.
Además, revelaron que, leales al estilo del director Tim Burton, en esta cinta hay poco uso de la tecnología para sus efectos especiales. "Cuando él aparece entre el humo, realmente pasa; cuando se le salen los ojos, es real, es muy divertido".
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Fue precisamente el exceso de televisión y pantallas el que volvió a darle ánimos a Burton, que se declaró el pasado miércoles algo "decepcionado" por el estado del sector cinematográfico en los últimos años, de hacer esta segunda parte. "Me dije: 'Si tengo que volver a hacer algo, tiene que salir del corazón'", aseguró ante los periodistas en el Festival de Cine de Venecia.
Beetlejuice Beetlejuice es realmente una crítica macabra de los influenciadores y sus teléfonos celulares encendidos permanentemente, un tierno apoyo a los chicos que se sienten "raros" en las escuelas y una mirada sarcásticas a los problemas de Estados Unidos.