Olivier Rousteing, afamado diseñador de la marca Balmain, impactó a sus seguidores con una dolorosa historia que mantuvo en secreto por un año. En ese entonces, el diseñador francés resultó quemado por la explosión de una chimenea en su casa.
Lo más increíble es que solo se atrevió a revelar este episodio de su vida 12 meses después, ya que se sentía avergonzado.
“Finalmente me siento listo para compartir esto. He estado ocultándolo durante demasiado tiempo y es hora de que lo sepan: hace exactamente un año, explotó la chimenea dentro de mi casa. Me desperté a la mañana siguiente en el Hospital Saint Louis de París. El talentoso personal de ese famoso hospital, que estaba lidiando con una cantidad increíble de casos de COVID al mismo tiempo, me cuidó increíblemente. No puedo agradecerles lo suficiente”, relató el artista.
El diseñador aseguró que trató de ocultar lo ocurrido a la mayor cantidad de personas posibles, incluso su equipo de trabajo y amigos.
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Olivier Rousteing también reveló como escondía las cicatrices que le quedaron por las quemaduras.
“Mientras me recuperaba, solo trabajaba día y noche para olvidar y crear todas mis colecciones, tratando de que el mundo siguiera soñando con mis colecciones y al mismo tiempo escondiendo las cicatrices con mascarillas, cuellos de tortuga, mangas largas e incluso múltiples anillos en todos mis dedos”, agregó.
Por eso su experiencia lo llevó a hacer una reflexión sobre las redes sociales: “Y realmente me di cuenta de que el poder de las redes sociales es revelar solo lo que quieres mostrar. Es como permitirnos crear nuestra propia narrativa especial que evita lo que no deseamos ver o mostrar”.
Ahora, un año después del incidente, señaló que se encuentra sano y feliz.
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“Me doy cuenta de lo verdaderamente bendecido que soy y agradezco a Dios todos los días de mi vida”.
El diseñador aprovechó para agradecer al personal médico que lo atendió y ayudó en su recuperación.
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“Hoy me siento tan libre, tan bien y tan afortunado. Estoy comenzando un nuevo capítulo con una sonrisa en mi rostro y un corazón lleno de gratitud”.