En los últimos días, la cantante barranquillera Shakira ha sido el centro de atención durante su tour 'Las Mujeres Ya No Lloran', una gira que marca su esperado regreso a los escenarios tras varios años sin realizar conciertos. Con presentaciones en distintas ciudades, la artista ha emocionado a sus seguidores con espectáculos llenos de energía, coreografías impactantes y un recorrido por los mayores éxitos de su carrera.
La artista volvió a dar que hablar, esta vez por su participación en el Carnaval de Barranquilla, donde, disfrazada junto a sus hijos, recorrió bajo el anonimato las calles entre música, baile y color. Sin que nadie lo supiera en ese momento, la estrella mundial estuvo en la fiesta de la Guacherna, pero todo salió a la luz cuando compartió fotos y videos en sus redes sociales de cómo disfrutó de la rumba junto a Milan y Sasha. Uno de ellas fue captado mientras descansaba en un bordillo.
(Lea también: Bordillo de Shakira: locura por tomarse foto en el lugar que ya tiene ubicación en Google maps)
La imagen se volvió viral y, ahora, además de la imponente estatua en su honor, este bordillo ha pasado a ser una inesperada atracción turística. Tan solo unas horas después, los fanáticos descubrieron que el sitio ya cuenta con su propio nombre en Google Maps: El Bordillo de Shakira. Ubicado en la calle 63 No. 45-64, en el barrio residencial de Boston en Barranquilla, la ubicación se ha convertido en la nueva sensación de la capital del Atlántico, atrayendo a seguidores de la artista que buscan recrear la icónica escena.
Pero la historia no termina ahí. Ahora, la noticia gira en torno a un insólito objeto, la hoja de un árbol de almendra. La dueña de la vivienda junto a la cual Shakira se sentó, identificada por los internautas como Judith, ha puesto en venta por un millón de pesos el arbuso que, según ella, la cantante pisó y que aparece en la icónica foto viral.
Lo más sorprendente es que, al parecer, ya hay dos personas interesadas en adquirir este interesante recuerdo. El anuncio de venta ha generado una controversial avalancha de reacciones en redes sociales. Mientras algunos lo ven como una estrategia ingeniosa para aprovechar la fiebre desatada por Shakira, unos lo toman con humor y otros lo consideran una exageración por el precio de la hoja.
Lo cierto es que la "shakimanía" sigue arrasando en Barranquilla y alrededor del mundo, demostrando una vez más el poder de la estrella colombiana y el impacto que puede generar, incluso, con un gesto tan simple como sentarse en un bordillo.
Por el momento, la cantante no se ha referido sobre el tema, pero continúa la preparación de sus conciertos en la ciudad de Bogotá los días 26 y 27 de febrero.
(Lea también: Shakira y sus hijos, Milan y Sasha, desfilaron en la Guacherna: se disfrazó y nadie la reconoció)