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El arte muchas veces nace en las peores condiciones. Si no, que lo diga este artista que, con un seudónimo, ganó el premio más codiciado del teatro en Colombia.
Adrián Cardona tiene 47 años, se formó como artista de las tablas, fue aprendiz del maestro Santiago García y se ha presentado en escenarios como el Teatro La Candelaria y el Colón de Bogotá.
Sin embargo, su mayor reto en la vida lo ha tenido que enfrentar en la cárcel Modelo: lleva nueve años preso.
En 2018, el Ministerio de Cultura decidió otorgarle el premio a su obra titulada: ‘El cementerio de los vivos’.
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Usó el seudónimo Azul 200: azul por su hijo que murió antes de nacer y 200 por los meses a los que lo condenarían de hallarlo culpable.
“Es una obra que habla de la otra realidad, la que desconoce gran parte de la sociedad, que es la que conocemos los que llegamos a una cárcel”, asegura Cardona.
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Solo los que han vivido en prisión pueden recoger en escena esas sensaciones que se impregnan hasta los huesos: la locura, el desprecio, los demonios y el suicidio.
Pero el arte fue su salvación, Adrián Cardona quiere mostrarle al país que en Colombia hay inocentes muriendo en 'El cementerio de los vivos'.
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