El cuerpo del maestro Adolfo Pacheco, quien falleció en Barranquilla el pasado sábado, a los 82 años, llegó este lunes a San Jacinto, Bolívar, la tierra que lo vio nacer y donde inició su prolífica historia musical.
Sobre las tres de la mañana arribó el féretro a la parroquia del municipio donde amigos y seguidores entonaron sus canciones, en especial ‘La hamaca grande’, tal como lo pidió el juglar de los Montes de María.
El maestro pidió que su muerte fuera una fiesta de acordeones a ritmo de sus composiciones. La velación en San Jacinto será hasta el mediodía, ya que el cuerpo retornará a Barranquilla, donde se le dará el último adiós.
“La idea es que lo recuerden como siempre fue, un hombre alegre, dicharachero, contento, humilde, del pueblo. Por eso consideramos que el tenía que estar acá y el pueblo le diera su última despedida”, dice José Antonio Pacheco, hijo del maestro Adolfo Pacheco.
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Adolfo Pacheco, autor de temas clásicos como ‘La hamaca grande’, murió en la madrugada de este sábado 28 de enero en la Clínica Norte de Barranquilla, donde se encontraba internado tras un accidente de tránsito sufrido el pasado 19 de este mes.
El artista vallenato se encontraba intubado por las complicaciones que sufrió debido a las heridas sufridas en el aparatoso siniestro vial.
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Aunque inicialmente se dijo que el juglar no había sufrido heridas de consideración, se reveló poco después que tenía trauma craneoencefálico severo, trauma cerrado de tórax, lesión en la columna cervical y politraumatismos.