Carolina Soto, la presentadora caleña de Día a Día, programa de Caracol Televisión, protagoniza junto a sus hijos Valentino y Violeta la nueva portada de la revista Vea dedicada al Día de la Madre. En la entrevista, la mujer de 38 años reveló cuál ha sido uno de los peores momentos que ha vivido como mamá.
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Sin duda alguna, las mamás coinciden en que los momentos más difíciles que se viven son aquellos en los que la salud de los hijos se ve afectada, sin importar la gravedad o la edad. En el caso de Carolina Soto, recuerda que temió por la vida de Valentino, luego de que el niño se atragantara con una canica.
Lo peor de la situación, según contó la presentadora, es que todo ocurrió en el colegio, por lo que su preocupación se hizo más grande en el camino a buscarlo. Aunque Soto no señaló hace cuánto sucedió esto, se sabe que Valentino estaba pequeño, pues en el mes de enero cumplió 7 años.
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¿Qué le pasó al hijo de Carolina Soto?
"Con Valentino hay una historia que a mí me dejó marcada", empezó diciendo la caleña y detalló que el niño "estaba jugando en el colegio con esas canicas y él se la metió a la boca y se la tragó, se la comió, se le fue". Como es parte de su cotidianidad, luego de que sus hijos se van para el colegio, Carolina Soto se alista para su trabajo en Caracol Televisión, pero ese día todo fue diferente.
La presentadora recordó que, mientras se alistaba para salir en el programa matutino, la llamaron del colegio.
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"Me llamaron del colegio a decirme que se había tragado una canica. O sea, yo casi me muero", afirmó.
Y agregó que, sin importarle nada más que la salud de su hijo, le "tocó salir como una loca con la mitad de la cara pintada" y "el pelo mojado".
"Me fui corriendo a recogerlo y nos fuimos para la Santa Fe", recordó.
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Estando en la clínica y, tras la revisión de los médicos, Carolina Soto se sintió mejor al conocer que, afortunadamente, "la canica no se le quedó atascada" y por ende su hijo no estaba en riesgo.
Sin embargo, lo que venía sí podía convertirse en un problema, pues el objeto tenía que salir del cuerpo del niño y solo había dos opciones: naturalmente o con cirugía.
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"Nos dijeron que teníamos que esperar 3 días a que la expulsara de forma natural y había que revisar que saliera. De lo contrario, había que llevarlo otra vez", detalló y pasaron unos días en familia muy preocupados por el niño.
Agradecida, aseguró que en el tiempo indicado la canica salió naturalmente del cuerpo de su hijo.
Luego de este suceso, Carolina Soto reconoció que en ese momento sus sentimientos se debatían entre la preocupación y la rabia. "Te lo juro, de la rabia que yo tenía, pero lo veía y decía 'estás vivo', no sabía qué hacer", concluyó.