El supuesto divorcio entre el príncipe Harry y Meghan Markle
es cada vez más fuerte y resuena en los medios del mundo. Los diarios británicos comentan que la crisis matrimonial entre los duques de Sussex no tiene vuelta atrás. Incluso, revelaron que el rey Carlos III estaría apoyando a su hijo en este proceso.
El periódico británico Daily Mirror asegura que Meghan Markle, en la cláusula, le exige al príncipe Harry 80 millones de dólares, asegurando así su independencia financiera y el futuro para sus hijos.
Además, pide la custodia total de Archie y Lilibeth además de quedarse con el título de duquesa de Sussex. Por otra parte, se filtró información sobre la postura del rey Carlos III en este nuevo huracán mediático.
El monarca no está de acuerdo con la exorbitante suma de dinero que Meghan Markle exige a su esposo. Si hay divorcio, el príncipe Harry recuperaría sus privilegios reales, pero el rey exige que sus nietos regresen al palacio por su linaje real.
La crisis de los duques habría iniciado tras los problemas financieros de los que tanto se ha hablado desde que se desligaron de la corona británica. A esto se le suma que su alianza con Spotify no funcionó. Lo único que lograron hacer junto a la marca sueca fue el podcast Archetypes, que duró tan solo 13 episodios, pero el contrato no terminó en buenos términos.
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Se rumora, además, que Meghan Markle está buscando regresar a la actuación para proteger su patrimonio.
Estas informaciones no confirmadas surgen apenas unos días después de que se supiera que el príncipe Harry y Meghan Markle ya no ocupan el chalet de Frogmore, en la finca de Windsor, donde vivían cuando viajaban al Reino Unido.
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Frogmore Cottage, una casa de 400 metros cuadrados situada en las tierras que rodean al Castillo de Windsor, unos 40 km al oeste de Londres, había sido cedida a la pareja por la reina Isabel II tras su boda en 2018.
Pero los duques de Sussex viven en California desde que en 2020 abandonaron la monarquía británica y el Reino Unido. Según la prensa local, desde entonces se les permitía alquilar la casa todo el año.
Harry, de 38 años, mantiene relaciones muy tensas con el rey Carlos III y los otros miembros de la familia real británica y viaja muy poco a su país.
La última vez que lo hizo fue a principios de junio para testificar en un juicio contra el editor del diario Mirror al que acusa, junto a otros famosos, de recopilar información sobre él ilegalmente durante años.
Anteriormente, visitó Londres para la coronación de su padre, el 6 de mayo, a la que acudió solo, dejando a su esposa e hijos en Estados Unidos.
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Pocos meses después de la publicación en enero de su libro de memorias ‘En la sombra’, donde ataca duramente a la monarquía, se pidió a la pareja que devolvieran la casa, en cuya renovación habían gastado unos 2,4 millones de libras (3 millones de dólares).