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Así era el taller de Fernando Botero en Pietrasanta: de allí salieron sus más famosas esculturas

Fernando Botero le contó a Noticias Caracol hace unos años las razones por las que durante mucho tiempo se radicó en Pietrasanta, Italia, y además hizo un detallado recorrido por su taller.

Recorrido por el taller de Fernando Botero en Pietrasanta: allí hizo sus más famosas esculturas

El maestro Fernando Botero encontró en Pietrasanta, en la toscana italiana, el lugar ideal para trabajar y crear sus esculturas. Esa pequeña ciudad, rodeada de canteras de mármol, se convirtió en su hogar. Allí recibió hace 18 años a un equipo de Noticias Caracol con el que compartió su cotidianidad y su trabajo haciendo un recorrido detallado por sus lugares preferidos.

Noticias Caracol con Fernando Botero en Pietrasanta

En el 2004, el maestro Fernando Botero tenía 72 años, llevaba 27 viviendo en Pietrasanta, Italia, ya había sido nombrado ciudadano ilustre de esta pequeña población que eligió por la tranquilidad de sus calles antiguas, por la luz especial que tiene en el verano y por el sonido de las campanas de la iglesia de San Agustín.

Allí encontró otra importante razón para ubicar su taller de esculturas. “Miguel Ángel vivió aquí. Cuando fue a buscar el mármol lo encontró aquí, en la montaña aquí detrás, y él encontró este mármol como lo quería, en una cava que se llama El Altísimo y él diseñó los caminos por donde vino el mármol hasta Pietrasanta. La gran industria aquí es el mármol industrial, pero también hay una gran actividad de mármoles artísticos”, decía Botero.

En su taller, en donde guardaba las matrices de sus obras, pasaba 10 horas al día. Él mismo se encargaba de vigilar el trabajo de los artesanos que le ayudaban a darle vida a las figuras que crea en su mente.

En otro rincón de Pietrasanta también reposaban los moldes de algunas de las esculturas más importantes de Fernando Botero. Las mismas que en los últimos 35 años lo habían convertido en uno de los escultores más reconocidos del mundo.

De cada escultura, contó en su momento, se hacían tres copias. Además, en la Iglesia de la Misericordia de Pietrasanta cumplió uno de sus sueños como artista: pintó sus frescos.

“Se llaman la Puerta del paraíso y la Puerta del infierno. El tema es un pretexto, quería pintar al fresco. Una vez traté de hacer algo en Colombia, pero se complicó la cosa y, finalmente, como quería hacer algo, pues lo hice aquí, que ha sido muy apreciado, viene mucha gente a verlos”, comentó en aquel entonces.

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