Durante cuatro años, el Valle del Cauca fue el escenario de una serie de crímenes que aterrorizaron a Colombia. Manuel Octavio Bermúdez, conocido como el Monstruo de los cañaduzales, acechaba a sus víctimas entre las extensas plantaciones de caña de azúcar. Su método era acercarse a niños humildes que necesitaban trabajo y ofrecerles dinero por recolectar espigas. Luego los abusaba y asesinaba. El Rastro investigó este caso en el 2012.
La primera víctima conocida del Monstruo de los cañaduzales
El 8 de marzo de 1999, Andrés Felipe Serna, de 12 años, salió de su casa en Palmira, Valle del Cauca, rumbo al lugar de trabajo de su padre. Su madre, Luz Dary Useche, recuerda cómo él le había dicho: “Mami, déjeme ir a donde mi papá que va a haber una presentación de unos artistas en el parque Bolívar".
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Andrés Felipe nunca llegó a su destino y su familia alertó sobre la desaparición a las autoridades.
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La familia del menor pasó semanas buscándolo en municipios aledaños. Un mes después, cuando finalmente se hallaron restos humanos en los cañaduzales, el dolor de los padres fue inevitable. La madre del menor reconoció la ropa que llevaba puesta el pequeño el día que desapareció.
“Al llegar al lugar vemos que es un cañaduzal, tuvimos que ingresar casi unos 6,7 metros hacia el interior del cañaduzal y allí al llegar hallamos unas prendas y una osamenta que presumíamos que era un menor de edad”, relató Jairo Abadía, agente del CTI de la Fiscalía. Era Andrés Felipe.
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Durante cinco meses no se reportaron nuevos casos, pero el 17 de septiembre de 1999, el CTI recibió nuevas denuncias de niños desaparecidos en zonas cercanas. Los casos tenían algo en común: las víctimas habían sido ahorcadas con cordones. Así comenzó una intensa búsqueda para capturar al asesino en serie que estaba aterrorizado a varios municipios del Valle.
Manuel Octavio Bermúdez fue capturado en julio de 2003. El arresto se produjo después de que un niño lograra escapar de él y proporcionó detalles clave sobre el asesino.
Desde la cárcel de máxima seguridad de Valledupar, Bermúdez confesó su crimen ante las cámaras de El Rastro.
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“Yo al peladito le dije ‘si querés trabajar conmigo yo te doy $15 mil pesos’. Y entonces él me dijo ¿en qué? Le digo ‘cogiendo espigas de caña’”, narró con frialdad sobre el caso de Andrés Felipe Serna.
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Bermúdez, conocido como el Monstruo de los cañaduzales, confesó haber matado a 21 menores entre 1999 y 2003.
Aunque Manuel Octavio Bermúdez fue condenado a 25 años de prisión por sus atroces crímenes a niños entre los 9 y los 14 años. El dolor que dejó en las familias de sus víctimas aún permanece.
Reviva la investigación completa de El Rastro acá: