Macabro crimen en Medellín: niño presenció el asesinato de su familia y señaló a culpables

En julio del 2013, en la ciudad de Medellín, cuatro miembros de una misma familia fueron asesinados, entre ellos, una menor de seis años, un hecho que dejó consternados a los vecinos de un barrio de la Comuna 13. Las víctimas de este atroz crimen habían sido ultimadas con machete y murieron desangrados. Las autoridades investigaron este múltiple y macabro asesinato yEl Rastro reveló los detalles.

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Juliana, de 21 años, era una mujer soñadora y con muchas ganas de salir adelante. Con su familia deseaban independizarse a través de su microempresa, pero mientras eso ocurría ella trabajaba en una tienda que tenían sus padres Martín Mazo e Inés Hoyos.

Ella se enamoró de un joven que iba seguido a la tienda, John Edison Ortiz, de 23 años, que llegó de prestar servicio militar. Después de un año de relación, nació su hija, un suceso que no fue aceptado por los padres de ella. Al parecer, nunca estuvieron de acuerdo con esa relación sentimental.

El 9 de octubre del 2009 nació Alison Ortiz Mazo, una pequeña que se convirtió en la adoración de esta familia. Sin embargo, para el 2011 esa relación fue deteriorándose, las peleas empezaron y las cosas finalizaron en malos términos. Según él, Juliana le impedía ver a su hija, un motivo que ocasionó el disgusto de John y, por eso, la denunció ante el ICBF para luchar por la custodia de la menor.

Dos años después, llegó un nuevo vecino al barrio, José Antonio Mosquera, quien tenía 30 años y era oriundo del departamento del Choco. Él se había retirado del Ejército y llegó a la ciudad de Medellín para trabajar al lado de su hermano. Ahí conoció a Juliana y a su familia.

José Antonio pretendía a Juliana, pese a que ella no le prestaba atención y rechazaba sus invitaciones.

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¿Qué ocurrió el día del asesinato a miembros de la familia Mazo en Medellín?

Un día, como era de costumbre, los clientes se quedaron hasta muy tarde en la tienda de los padres de Juliana, hasta que cerraron el negocio en la madrugada. Sin embargo, al pasar la noche a los vecinos se le hizo extraño que nadie abrió el local y que debajo de la puerta había charcos de sangre.

Las autoridades llegaron de inmediato al lugar de los hechos, donde encontraron una macabra escena del crimen. Un dedo y varios cabellos fueron claves de la investigación. La Policía halló el cuerpo sin vida de Juliana, Martín, Inés y el de la menor Alison. Todos habían sido cruelmente asesinados con un machete y habían muerto desangrados por las múltiples heridas.

Los principales sospechosos para las autoridades eran el padre de la menor John Edison Ortiz y el vecino José Antonio Mosquera, ya que concluyeron que no se había tratado de ningún robo y que alguien cercano estaría detrás del crimen.

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Así cayeron los homicidas de la familia Mazo

El testimonio de Leonardo Andrés, el hermano menor de Juliana, de 11 años, esclareció los hechos del crimen. Al parecer, el niño se había escondido debajo de la cama del sótano, en donde los asesinos no pudieron detectarlo. “Es un milagro que este niño se haya salvado y también es un milagro para la investigación”, aseguró Germán Giraldo, director de la Fiscalía de Medellín.

“Estaban tomando cerveza y luego escuche unos machetes y mi mamá salió corriendo. Yo le dije que no subiera, pero ella subió”, relató Leonardo Andrés a El Rastro, sobre lo sucedido el día del asesinato. El menor estaba en el sótano durmiendo con su mamá cuando los fuertes sonidos los despertaron. Al ver que su madre subió, él decidió quedarse detrás de la puerta donde pudo ver a los asesinos. Leonardo Andrés señaló a los culpables del homicidio a José Antonio Mosquera y su hermano, Luis Esteban Mosquera.

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El juez ordenó su captura el 16 de julio del año de los hechos por encontrar contundentes evidencias que los incriminaban: un mensaje de texto preguntando sobre el machete, el testimonio del menor, el rechazo de Juliana a José Antonio y la fuga después de los hechos.

En diciembre de 2015, José Antonio fue condenado por el delito de homicidio a 50 años de prisión, y su hermano Luis Esteban Mosquera a 25 años. Cumplen su condena en la cárcel El Pedreral, en Medellín.

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