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La verdad detrás de desaparición de una niña en Risaralda: ¿su mamá está implicada?

La desaparición de Heidy Yuliani Restrepo, de 11 años, en La Virginia, Risaralda, reveló un crimen que conmocionó a la comunidad. Esta búsqueda desesperada que terminó en tragedia ocurrió en 2013.

Crimen contra menor de edad en Risaralda
El diario de Heidy Yuliani, de 11 años, fue clave para establecer que la menor sufría maltrato.
El Rastro

En diciembre de 2013, un crimen contra una menor de edad conmocionó a los habitantes del municipio de La Virginia, en Risaralda. Heidy Yuliani Restrepo, de 11 años, desapareció la noche de Año Nuevo, lo que desencadenó una incansable búsqueda por parte de las autoridades. El Rastro conoció detalles aterradores.

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Heidy Yuliani creció en un hogar humilde, pero muy unido. Sin duda, su nacimiento fue la alegría de la familia. Era una niña amorosa, juiciosa, educada y siempre tenía una gran sonrisa en su rostro.

Tras la separación de sus padres en 2004, Heidy se fue a vivir con su mamá, su tía y un primo. A pesar de la distancia, la relación entre Heidy y su padre, Santiago Restrepo, se fortaleció. Por su parte, María Preselia Martínez, la mamá de Heidy, inició una nueva relación sentimental, de la cual nació una segunda hija.

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¿Qué pasó con Heidy Yuliani?


El día de los hechos, María Preselia compró unos celulares y le entregó a Heidy unas tarjetas SIM para que las llevara a la casa. Cuando la mujer regresó, la pequeña no le entregó una de las SIM. “La amenacé con pegarle una pela. La niña sale llorando de la casa, asustada porque se le había perdido la SIM card y yo se la estaba reclamando”, mencionó la mamá de la víctima.

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La menor salió de la casa en busca de la SIM card, mientras su madre, según mencionó, recordó que había dejado la tarjeta en un cajón de la habitación. Tras cinco horas desaparecida, la familia alertó a las autoridades.

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Cuatro días después de la desaparición, un campesino que vivía en las afueras del municipio reportó el hallazgo del cuerpo sin vida de una menor. La Policía identificó que se trataba de Heidy Yuliani.

La primera hipótesis fue que la menor había sido presuntamente violada, por lo que los primeros sospechosos fueron los hombres de su familia, entre ellos su abuelo Virgilio Martínez, de 71 años, quien era conocido en el pueblo por su adicción al trago.

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Sin embargo, los resultados de la necropsia revelaron que Heidy no había sido abusada, sino que murió por asfixia. Esto descartó la hipótesis del abuso sexual, así como la posible autoría del abuelo de la niña, lo que desconcertó nuevamente a las autoridades. Pero, ¿quién estaba detrás del atroz crimen?

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Un diario fue clave para encontrar al culpable


Un mes después, María Preselia entregó a la Policía un cuaderno que encontró entre las pertenencias de la niña. En él pudieron determinar que la menor había escrito sobre la tormentosa relación que tenía con su mamá. Los investigadores descubrieron que había un amplio historial de maltrato en la vida de la pequeña.

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Un testigo afirmó haber visto a la menor el día de su desaparición. El hombre mencionó que la niña estaba con su mamá y que había un hombre sacando un colchón de una casa. En la escena del crimen, a pocos metros de donde se encontraba el cuerpo sin vida de Heidy, las autoridades encontraron un colchón con las mismas características.

El 11 de marzo de 2014, un juez ordenó la captura de María Preselia, madre de la víctima, por el delito de homicidio agravado. Aunque ella negó haber asesinado a su hija, fue condenada a 33 años de prisión y cumple su condena en la cárcel de mujeres La Badea, en Pereira.

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Reviva el capítulo completo de El Rastro aquí:

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