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La cruda verdad detrás del robo y asesinato de una joven madre en Cúcuta: conocía al agresor
Johanna Rincón, madre de tres hijos, fue brutalmente asesinada en su hogar en Cúcuta en 2012. El crimen, con signos de tortura extrema, involucró a un cercano de la familiar. Este es el caso.
Johanna Rincón Uyoque, madre de tres hijos, fue brutalmente asesinada dentro de su vivienda el 25 de septiembre de 2012, en Cúcuta.
Johanna Rincón Uyoque, madre de tres hijos, fue brutalmente asesinada dentro de su vivienda el 25 de septiembre de 2012, en Cúcuta. Su cuerpo fue hallado atado y con múltiples heridas de arma cortopunzante. Las autoridades determinaron que el crimen fue perpetrado con extrema violencia y tortura. El Rastro
conoció el caso en 2013.
Así fue el crimen
El día de los hechos, Johanna salió a realizar varias diligencias personales y, por ello, dejó a sus tres hijos menores de edad al cuidado de una amiga y vecina. La mujer aseguró que, por la noche, regresaría a recoger a los niños. Sin embargo, no se supo nada del paradero de Johanna hasta la mañana siguiente.
Una de sus vecinas se acercó nuevamente a la vivienda y se percató de que las luces y el televisor estaban encendidos. Tras intentar llamar insistentemente, nadie respondió, por lo que decidieron romper el vidrio y entrar en la casa.
Dentro de la habitación, encontraron una escena desgarradora: Johanna, de 26 años, yacía sin vida, con evidentes signos de tortura. Sin embargo, ninguno de los vecinos escuchó ni vio nada.
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Las autoridades arribaron al lugar de los hechos e identificaron que el crimen
se había cometido al menos 24 horas antes del hallazgo, debido al avanzado estado de descomposición del cuerpo.
"Lo más sorprendente para nosotros fue que la cerradura de la casa no presentaba ningún signo de violencia. Estaba intacta, lo que nos hace pensar que la víctima conocía al agresor", aseguró el criminólogo de la SIJIN, Edwin Sáenz.
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Personas cercanas informaron a las autoridades que el esposo de Johanna no contestaba las llamadas y que no había regresado a la casa. Además, varios vecinos aseguraron que la pareja atravesaba problemas sentimentales, lo que hizo que él se convirtiera en el principal sospechoso.
Johanna Rincón, de 26 años, fue brutalmente asesinada dentro de su vivienda. Las autoridades encontraron un macabro hallazgo.
El Rastro
¿Quién estaba detrás del homicidio?
Carlos Daniel Carrascal era el esposo de Johanna y padre de sus tres hijos. Para sostener a su familia, él transportaba caucho entre Cúcuta y zonas de Venezuela. Mientras él trabajaba, Johanna se quedaba en casa cuidando a los niños.
Debido a la alta carga laboral, Carlos decidió contratar a su sobrino Luis Carlos Carrascal, de 21 años, quien se convirtió en su mano derecha. "Lo quería como un hijo, tomaban, trabajaban, visitaba la casa, comía, dormía", afirmó Luz Carrascal sobre la estrecha relación que tenía su hermano Carlos con su sobrino.
Tras 48 horas del homicidio, Carlos llegó a la vivienda y encontró a varios de sus familiares fuera de la residencia. El hombre aseguró que, durante su estadía en Venezuela por trabajo, había perdido su celular.
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De inmediato, consternado por el asesinato de su esposa, Carlos dio un detalle a las autoridades que cambiaría el rumbo del caso: informó que le habían robado
un dinero que él y su esposa escondían en unos tarros de leche.
“Me preguntaron cuánta plata tenía en efectivo, y les dije que tenía 80 millones de pesos. Ya ni en la casa se puede estar seguro”, confesó Carlos Daniel, esposo de Johanna.
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Asimismo, aseguró que, un día que salió a departir unas cervezas con su sobrino, este le había preguntado si el dinero que ahorraba lo guardaba en el banco, y él, confiando, le respondió que lo tenía en la casa.
Luis Carlos Carrascal, de 21 años, era el sobrino y la mano derecha de su tío Carlos Daniel.
El Rastro
Según la Policía, el atroz crimen no podría haber sido cometido por una sola persona, ya que, debido a la gravedad de las heridas y las condiciones en que fue hallado el cuerpo, se presume que otras personas estarían involucradas.
En una incansable búsqueda, los investigadores lograron dar con el paradero del sujeto, quien había comprado una motocicleta junto a otros dos hombres, quienes serían los otros implicados en el crimen. Sin embargo, como no contaban con una orden de captura, las autoridades no pudieron detener al joven.
Mientras tanto, Carlos Daniel siguió a su sobrino durante varios días para no perder su rastro. No obstante, Luis Carlos huyó a San Cristóbal, Venezuela.
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Allí, el joven confesó a una conocida que la cantidad de dinero que llevaba había sido robada y que, para conseguirlo, asesinó a la esposa de su tío. Su secreto fue rápidamente conocido por los habitantes de la zona, quienes decidieron entregarlo a las autoridades colombianas.
Luis Carlos no solo confesó el crimen, sino que también señaló que había dos personas más involucradas en el homicidio de Johanna.
El Rastro
Una de las mujeres que conocía el paradero de Luis Carlos se contactó con el tío del joven y juntos idearon un plan para que el sujeto regresara a Colombia, alegando que le debían una supuesta cantidad de dinero. Durante el trayecto de regreso al país, las autoridades lograron capturar al señalado.
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El sujeto no solo confesó el crimen, sino que también señaló que había dos personas más involucradas en el homicidio
. La Fiscalía le imputó los delitos de homicidio agravado y hurto calificado a Luis Carlos, quien fue condenado a 19 años de prisión. Actualmente, cumple su condena en la cárcel Modelo de Cúcuta.
Uno de los otros implicados fue capturado y condenado, mientras que el otro sigue prófugo de la justicia.