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Inquietante hallazgo develó quién estaba detrás de atroz feminicidio en Neiva
Gina Paola Manrique, de 39 años, fue hallada muerta en 2017. La investigación reveló que no fue suicidio, sino un atroz feminicidio. El Rastro conoció el caso en 2019. ¿Qué fue lo pasó?
Gina Paola Manrique, de 39 años, fue hallada muerta en su casa el 18 de noviembre de 2017.
Gina Paola Manrique, de 39 años, era una empresaria exitosa y madre de dos hijos. Fue hallada muerta en su casa el 18 de noviembre de 2017. Aunque inicialmente se pensó que se había quitado la vida, pronto surgieron indicios que apuntaban a un feminicidio.
¿Qué pasó?
Ese mismo día, en horas de la mañana, Édgar Alexander Calderón llamó a las autoridades para reportar la muerte de su exesposa en Neiva. Agentes del CTI se trasladaron al lugar, donde encontraron el cuerpo de la mujer con una soga alrededor del cuello.
“Encontramos una soga al lado del cuerpo. Las señales sobre un tubo que tenían marcas de la suspensión del lazo donde se colgó la mujer”, aseguró el investigador aEl Rastro.
Alexander, quien aseguró no residir en la casa, entregó las conversaciones que sostuvo con su exesposa la noche anterior a los hechos y afirmó que en la vivienda únicamente estaban la empleada doméstica y los dos menores de edad.
Según su versión, llegó en horas de la mañana para recoger a los niños cuando se encontró con la macabra escena.
Édgar Alexander Calderón era el exesposo de Gina Paola, con quien tuvo un hijo.
El Rastro
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Datos claves de la investigación
Tras una ardua investigación, las autoridades revisaron las cámaras de seguridad, donde se observa a Alexander llegando a la vivienda a la hora que él había indicado.
Además, los mensajes de WhatsApp que aparentemente la mujer envió a su exesposo reflejaban su deseo de no seguir viviendo. “Puedo estar feliz por fuera, pero muerta por dentro. Así que me quiero morir por toda esta situación”, escribió en una de las conversaciones.
Los investigadores establecieron que las discusiones entre Gina Paola y Édgar Alexander habían comenzado varias horas antes del día de los hechos. Además, la madre de la víctima corroboró los constantes problemas que la pareja venía enfrentando.
A pesar de intentar continuar la relación por el bienestar de sus hijos y su hogar, Gina Paola descubrió varias infidelidades por parte de Alexander. Entre ellas, se especuló sobre una relación sentimental con su media hermana, Claudia Patricia Manrique, quien niega rotundamente cualquier vínculo amoroso. Por esta razón, Gina Paola había decidido ponerle fin a la relación.
No obstante, la familia también aseguró que Gina Paola atravesaba una fuerte crisis económica, lo que podría haber influido en su estado emocional y alimentado la hipótesis inicial de un posible suicidio.
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Detalles escalofriantes del crimen
Según las primeras investigaciones, se manejó la hipótesis de que la mujer se había quitado la vida. Sin embargo, múltiples inconsistencias en la escena del hallazgo y los resultados de la autopsia comenzaron a cuestionar esta versión.
Los investigadores notaron que la posición y características de la marca en el cuello de Gina Paola no coincidían con las propias de un suicidio por ahorcamiento, lo que generó serias dudas sobre la versión inicial de los hechos.
Los investigadores notaron que la posición y características de la marca en el cuello de Gina Paola no coincidían con las propias de un suicidio.
El Rastro
Los peritos forenses identificaron que esa marca sugería una posible maniobra de estrangulamiento, lo que apuntaba a un homicidio en lugar de un suicidio. “Se trataba de un feminicidio, no de un suicidio”, reveló Gustino Hernández Murcia, director seccional de fiscalías en Neiva.
Asimismo, las cámaras de seguridad confirmaron que Édgar Alexander sí se encontraba en la vivienda en el momento de los hechos. Luego de aproximadamente 50 minutos, salió de la residencia.
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La investigación también estableció que los mensajes enviados por WhatsApp no fueron escritos por Gina Paola, sino por Édgar Alexander, con el objetivo de encubrir el crimen.
La Fiscalía ordenó su captura, y el sujeto fue localizado en Bogotá, desde donde fue trasladado a Neiva. En un primer momento, negó los cargos en su contra. En su declaración, Édgar aseguró que se había quedado en la vivienda de Gina Paola bebiendo y que cuando ella llegó, en medio de una discusión, le confesó que se había dado una nueva oportunidad en el amor.
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Édgar Alexander Calderón fue condenado a 43 años y 6 meses de prisión por el delito de feminicidio agravado y fue recluido en una cárcel en el municipio de Rivera, Huila.