En diciembre de 2024, se emitió una nueva sentencia en el caso del feminicidio de Kellys Zapateiro, una mujer embarazada de 28 años, quien fue engañada, torturada y asesinada hace 10 años por el expolicía Andrés Díaz Zabaleta y su pareja, Josefa Cardona, para robarle a su bebé. Este atroz crimen, que ocurrió cerca de una estación de Policía en Cartagena, no solo conmocionó a la comunidad, sino que también puso en evidencia fallas estructurales en la protección de las mujeres por parte del Estado.
Reconocimiento de responsabilidad
La sentencia reconoce la responsabilidad de la Nación en el feminicidio de Kellys Zapateiro y exige una reparación integral para su familia y entorno. El magistrado Jean Paul Vásquez, del Tribunal Administrativo de Bolívar, concluyó que, aunque los dos feminicidas ya habían sido condenados a 60 años de cárcel, el Estado también tenía responsabilidad. Entre otras, porque los hechos ocurrieron a solo 23 metros de la estación de Policía, donde los uniformados ignoraron gritos, disparos y una fogata en la que se incineraron los restos de Kellys.
“La joven madre tenía el derecho a permanecer segura al interior de una entidad estatal (...). Fueron precisamente (los policías de la estación) los que incurrieron en sistemáticas omisiones que terminaron por facilitar el fatal desenlace”, explica la sentencia, según el periódico El Espectador.
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Reparación y medidas simbólicas
El Estado fue condenado a pagar $380 millones a los familiares para reparar los daños, además de implementar medidas simbólicas que incluyen la construcción de un parque y una plazoleta en Cartagena para promover la seguridad de niños, un mural en el parque que sensibilice sobre la violencia y el acoso a las mujeres e implementar programas con perspectiva de género en la Policía.
Feminicidio de Kellys Zapateiro
En julio de 2014, Kellys Zapateiro Guzmán, una joven de 28 años y embarazada, desapareció tras salir de su casa con su vecina, Josefa Cardona. El caso fue investigado y presentado por El Rastro en 2023.
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"Nosotros sufrimos toda esa noche porque Kellys ya estaba en los días de dar a luz al bebé", afirmó su madre, Iris Guzmán, en El Rastro.
La angustia de la familia aumentó cuando Kellys no regresaba y en cambio, Josefa, quien supuestamente también estaba embarazada, llegó esa misma noche a un hospital con un recién nacido, afirmando que había dado a luz en la calle.
Días después, cerca de la estación de Policía de Manzanillo del Mar un perro encontró un brazo humano. Se estableció que pertenecía a Kellys Zapateiro y fue la única parte de su cuerpo que se pudo recuperar.
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La familia de la mujer buscaba respuestas. "A veces me daba rabia porque mi hija era tan buena y confiada", comentó Iris Guzmán, la madre de Kellys.
Las inconsistencias en la historia de Josefa y la desaparición de Kellys despertaron las sospechas de las autoridades y la familia.
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La madre de Kellys no dejó de buscarla en clínicas y corregimientos cercanos, pero no la encontró. Finalmente, se confirmó la peor sospecha: a Kellys le habían extraído a su bebé y fue asesinada.
De acuerdo con la SIJIN, Josefa Cardona, con la ayuda del expolicía Andrés Díaz Zabaleta, había planeado el asesinato para quedarse con el bebé de Kellys, pues ella le había dicho a su pareja sentimental que estaba embarazada. El ADN del brazo encontrado y el del bebé que Josefa presentó en el hospital confirmaron que el pequeño era de Kellys Zapateiro.
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El caso concluyó con la condena de los asesinos: a Josefa Cardona y Andrés Díaz Zabaleta se les imputaron los delitos de homicidio agravado, desaparición forzada agravada y secuestro simple, y fueron condenados a 60 años de prisión.
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