El 3 de agosto de 2012, fue hallado en El Espinal el cuerpo sin vida de una reconocida comerciante. El atroz crimen conmocionó a las autoridades y a los familiares de la víctima. El Rastro conoció en 2022 detalles del asesinato.
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Amparo Pacheco, de 35 años, era una empresaria, líder en ventas por catálogo y prestamista en la región. Era madre de una menor de 10 años y trabajaba junto a su esposo, Roselli Gamboa. Según testigos, les iba muy bien y gozaban de estabilidad económica.
“Me paré al frente del cuerpo de ella, todo me pasó por la cabeza. Fue un momento muy difícil, yo me quedé mucho rato ahí...Lo que más me duele es que ella no tuvo que haber muerto así”, afirmó su esposo.
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Las autoridades descartaron que Roselli Gamboa tuviera algo que ver con el macabro crimen. La primera hipótesis que surgió fue que se trataba de un posible deudor, ya que, en el momento de su muerte, varias personas le debían dinero a la pareja. “Comencé a hacer una lista y saqué como unas 25 personas”, mencionó Gamboa.
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Para su esposo, había dos principales sospechosos, entre ellos su cuñado Héctor Pacheco, quien participaba en el negocio de los préstamos como intermediario y con quien había tenido una discusión por un dinero que presuntamente él se había robado.
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Llamada revelaría el autor del crimen
Tres años después del crimen, las autoridades encontraron las llamadas telefónicas que había recibido Amparo Pacheco el día de los hechos. Un número de celular se convirtió en la pista clave para esclarecer la identidad del asesino. La línea telefónica estaba a nombre de Maritza Bocanegra, una mujer desconocida para la familia.
La Policía descubrió que el número de Maritza realmente estaba a nombre de María Clemencia, quien había cambiado su identidad para comunicarse con Amparo. Además, la implicada confesó que solo le hizo un favor a Jenny Paola Torres, quien era la interesada en comunicarse con la víctima. Pero ¿qué motivos tenía esta mujer para atentar contra la vida de esta empresaria?
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El 14 de diciembre de 2015, las autoridades ordenaron orden de captura contra Jenny Torres y su mamá Marta Castro, involucradas en el crimen, ya que supuestamente querían quedarse con el puesto que ocupaba la víctima en la empresa.
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En 2018, fueron recluidas en la cárcel La Picaleña, en Ibagué. El juez condenó a las dos mujeres a una pena de 208 meses, aproximadamente 17 años de prisión por los delitos de homicidio.
Vea el capítulo completo de El Rastro aquí:
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