Colombia y el mundo estaban en plena pandemia por el COVID-19 cuando la desaparición de Hugo Alirio Álvarez Bohada en el sur de Bogotá conmocionó a toda una comunidad y puso a las autoridades en alerta. Era un momento en el que nadie imaginaba que alguien pudiera planear y cometer un crimen tan atroz. Inicialmente, las autoridades pensaban que se trataba de un secuestro y había razones válidas para creerlo, pero con el paso del tiempo la investigación cambió de rumbo. Lo que pasó después revelaría una traición inesperada que transformó por siempre la vida de una familia.
La familia de Hugo Álvarez estaba devastada y las autoridades comenzaban una ardua labor para establecer quiénes eran las personas que aparecían en esos videos secuestrándolo, aún estaban lejos de asegurar si eran las mismas que lo habían asesinado. Había mucho por hacer y el tiempo jugaba en su contra. La investigación comenzó a tener tropiezos porque no había una sino varias personas que podrían haber planeado su crimen. Eran pocas las pistas de cuál de ellos lo pudo asesinar, ahora los investigadores del Gaula de Bogotá tenían que hallas el camino para identificar a los responsables.
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La carta anónima que llegó a la casa de Hugo Álvarez era una buena pista, pero no había forma de corroborarla. La prueba más importante eran los registros de las ubicaciones de los teléfonos de todos los sospechosos del momento antes, durante y después del crimen. El asesinato de este hombre en 2020 se convirtió en un gran reto para el Guala, tenían varias sospechas, pero las autoridades debían comprobarlas 100% para demostrarle al juez para demostrarle al juez que los señalados eran los verdaderos culpables.
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Tras dos años de investigaciones por parte de las autoridades dieron con los responsables del crimen, Sandra Elizabeth Rodríguez, quien era su pareja sentimental desde hace más de 5 años y conocida de Hugo hace 30 años, fue la cabeza intelectual y ejecutora del asesinato junto a sus dos hijos, quienes el día de los hechos lo invitaron a un almuerzo y estuvieron junto a él hasta horas de la noche, luego lo secuestraron y asesinaron, los responsables realizaron un preacuerdo con la Fiscalía y aceptaron cargos, estos fueron condenados a 18 años de cárcel.
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