Valentina Mosquera Fajardo, de 18 años, era una joven huilense que soñaba con ser abogada. Sin embargo, el 10 de febrero de 2018 desapareció en extrañas circunstancias en la ciudad de Neiva. Su madre, María Fernanda Fajardo, estuvo llamando al celular de su hija en reiteradas ocasiones sin obtener respuesta.
“Al otro día me alzaban el celular, pero no me lo contestaban. Ya en la tarde, dije pero que pasó con Valentina. Ese día no apareció en toda la noche, dormí mal, pensativa”, aseguró su madre. Además, recuerdan que Valentina tuvo una relación con Steven Diaz, un joven dos años mayor que ella y con quien estudiaba en el mismo colegio. Sin embargo, Fajardo nunca estuvo de acuerdo con esa relación, pues el chico tenía malas amistades, robaba y consumía diferentes drogas. “Esa relación se convirtió en algo tormentoso, paso de ser algo bueno a algo dañino para ella”, mencionó uno de sus familiares cercanos.
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Cuatro meses antes de la desaparición de Valentina, su familia había notado cambios positivos en ella, pues había terminado con Steven después de seis años de relación. “La sentí más cariñosa, en realidad ella ya quería zafarse de esa situación y volver a empezar. Me decía madre yo te amo mucho, sé que hemos tenido choques, pero yo estoy aquí y siempre voy a estar al lado tuyo. Fueron unas palabras que me llenaron de alegría y dije ahora sí, mi hija por fin salió de todo eso”, mencionó su madre.
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En la mañana del día de los hechos, Valentina le comentó a su mamá que tenía que salir urgente porque un amigo de ella le iba a regalar un computador, algo que le pareció extraño. Sin embargo, ese día no regresó y su familia tampoco recibió noticias sobre su paradero. El lunes, 12 de febrero, 40 horas después de su desaparición, al celular de María Fernanda llegó un mensaje del teléfono de su hija que decía que estaba en San Agustín, además, adjuntó una fotografía del lugar.
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El misterio era que también desde el WhatsApp de ella les llegaron mensajes a sus familiares, entre ellos, a una de sus primas más cercanas pidiéndole dinero para pagar una deuda por un accidente que tuvo en moto. Un hecho diferente a lo que le habría comentado a su madre. Pocos minutos después María Fernanda recibió una llamada de su hermana en donde le gritaba desesperadamente que habían encontrado un cuerpo embolsado y abandonado en un paraje boscoso, pero a ella no le aterraba la idea de que fuera su hija porque acababa de hablar con ella. Sin embargo, por la insistencia de su familia decidió dirigirse a la morgue y verificar si el cuerpo hallado por las autoridades era o no de su hija Valentina. Pero ¿Quién estaba usado su celular? ¿por qué se estaban haciendo pasar por ella para pedir dinero a sus amigos?
El cuerpo encontrado era de una femenina en donde presentaba fuertes golpes en la cabeza y marcas en sus muñecas y tobillos. Su madre pudo confirmar que era su hija cuando las autoridades le mostraron uno de sus tatuajes en la espalda con el nombre de su anterior pareja, Steven. Por lo que, él fue el principal sospechoso del asesinato de Valentina.
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No obstante, Andrés, su mejor amigo, recordó cuando Valentina le dijo que ese día se iba a ver con Álvaro Albarracín, un estudiante universitario de 24 años. “Yo le dije que no fuera porque ese man tenía cara de loco, psicópata, morboso y a ella le quedo sonando, pero ella se fue y no me hizo caso”, aseguró su amigo a El Rastro.
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En el desarrollo de la investigación las autoridades determinaron que Valentina había cumplido una cita amorosa. Su madre se enteró que ella era dama de compañía, así se lo hizo saber Andrés a los investigadores. “Yo no tenía ni cara de cómo decirle a la mamá, ella no sabía eso. Ya llevaba casi año y medio en eso”, mencionó su amigo.
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Por ello, la Sijin concluyó que Albarracín había provocado la muerte de la joven durante un acto sexual donde la habría asfixiado y posteriormente, él junto a su pareja sentimental, Andry Yised Polanía, ocultaron el cuerpo sin vida y realizaron el traslado de este. Las autoridades dieron con la ubicación de la vivienda de los homicidas y junto a la Fiscalía hicieron el allanamiento de esta. En la habitación principal había en cada esquina de la cama unas cuerdas que señalaban que se usaron en las muñecas y tobillos de Valentina.
Las autoridades realizaron la captura de esta pareja por el asesinato de Valentina Mosquera Fajardo. A Albarracín le imputaron cargos de feminicidio y a Andry Yised el de favorecimiento. A ella le dieron una condena a 4 años de prisión, pero fue beneficiada para pagar su condena en prisión domiciliaria, mientras que, a él le dieron, dos años después de la muerte de Valentina, una condena de 25 años de cárcel y que cumple en la cárcel Las Heliconias de Florencia, Caquetá.
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Pese a la sentencia interpuesta por la Fiscalía, su familia no está de acuerdo con está condena que les dieron a los asesinos por el atroz crimen de Valentina. “Dios sabe cómo actúa en cada momento, y Dios sabe por todo lo que he pasado y lo que he luchado para que está muerte suya llegue a un final donde usted también pueda descansar tranquila”, dijo su madre mientras estaba en frente de la tumba de su hija.