El 25 de julio de 2018, el atroz crimen de Brenda Pájaro, una mujer de 44 años, alertó a las autoridades y develó un oscuro secreto detrás su asesinato en Barranquilla.El Rastro conoció el caso en marzo de 2024 y reveló un macabro hallazgo detrás de un feminicida en la capital del Atlántico.
¿Qué pasó con Brenda Pájaro?
Pájaro era madre cabeza de familia de cuatro hijos. Gisela Durán, la mayor, y Linda Durán, fruto de otra relación amorosa. Su tercera hija nació con una discapacidad llamada parálisis cerebral espástica y también tuvo un cuarto hijo. Ella hacía lo necesario para sacar adelante a su familia.
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Lo ocurrido la noche del 25 de julio cambiaría por completo el rumbo de la vida de esta familia. Brenda se dedicaba a la confección y estaba realizando un curso para hacer muñecos de Navidad. Su trabajo era muy solicitado.
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El día de los hechos, Brenda salió a entregar un pedido en el centro de rehabilitación donde llevaba todos los días a su hija con discapacidad. Antes de salir, se tomó una fotografía con la camiseta de Colombia, ya que era el Mundial de Rusia y la selección estaba compitiendo.
Entregó con éxito su pedido y se encontró con su amiga Ana Lucía, quien también llevaba a su hijo a ese lugar. “Nos sentamos, fuimos a merendar y después salimos a hablar, se despidió y me dijo que iba a ir hacer unas diligencias”, reveló la mujer.
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Desde entonces, la Brenda Pájaro salió con rumbo desconocido y hasta las 11 de la noche ninguna de sus hijas había podido comunicarse con ella. “Empezamos a llamar a todo el mundo, familia, amigos, preguntando sí habían hablado con ella”, mencionó Gisela Durán.
Familiares y amigos de Brenda Pájaro empezaron a repartir volantes un día después de su desaparición. No obstante, comenzaron a recibir información errónea sobre el paradero de su madre. “Decían que la habían visto con alguien, en algún parque, no sabíamos en realidad que creer”, reveló su hija Linda Durán.
Transcurrieron tres días sin ninguna noticia sobre Brenda Pájaro. Tras interponer la denuncia por desaparición, las autoridades iniciaron una incansable búsqueda para dar con el paradero de la mujer.
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Un macabro hallazgo
“La primera hipótesis que teníamos fue de abuso sexual, para esa época se habían presentado varios casos similares, donde las mujeres eran desaparecidas y, posteriormente, eran encontradas en estado de inconsciencia por escopolamina”, afirmó el subintendente Óscar Ojeda, quien quedó a cargo del caso, a El Rastro.
Gisela revisó el correo electrónico de su madre, que estaba enlazado con su celular, y allí pudo descubrir cuál había sido la última ubicación de Brenda Pájaro. Por ello, la Policía inició su búsqueda en el sector de Miramar, al norte de Barranquilla.
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“Fue un proceso bastante complicado y difícil porque en ese momento todos tuvimos la esperanza de volverla a ver con vida. Ese brillito de que la íbamos a encontrar con vida se nos apagó el día que nos dijeron que encontraron una mujer en un monte”, comentó Linda Durán.
El 28 de agosto de ese año, los investigadores, junto a los agentes de la Policía, encontraron el cuerpo sin vida de una mujer en una zona boscosa de la capital del Atlántico. La víctima fue encontrada semidesnuda y en un avanzado estado de descomposición.
Medicina Legal determinó que la causa de muerte fue un golpe en la cabeza con un objeto contundente. Además, presentaba una herida en el cuello causada por un arma cortopunzante y signos de fractura en los dedos.
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Así cayó el feminicida
Por medio de las cámaras de seguridad se determinó la ubicación de la víctima. En una de ellas, se ve a Brenda movilizándose en una camioneta con un hombre cuya identidad se desconoce. Luego, sale del vehículo y camina junto al sujeto. Tras una hora, se vuelve a ver al hombre caminando de vuelta solo.
Gisela, hija de Brenda Pájaro, brindó una información importante sobre el dueño de esa camioneta. La mujer señaló a Tomás Manuel Maldonado Cera, quien había sido trabajador del centro de rehabilitación en 2016. No obstante, el sujeto seguía en contacto con Brenda.
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Al parecer, el presunto feminicida formaba parte de una secta satánica en la que realizaba rituales en diferentes sectores de la ciudad. Según las autoridades, el sujeto era conocido como 'El Satánico'. Además, el rastreo de la ubicación del celular de Tomás Maldonado también se encontraba a la misma hora y lugar donde estaba Brenda Pájaro el día de su desaparición.
El 18 de febrero de 2019, las autoridades capturaron al hombre en su lugar de residencia por feminicidio agravado y acceso carnal violento. El juicio tuvo varios aplazamientos, hasta que, en agosto de 2023, el juzgado emitió su fallo.
Fue condenado a 46 años de prisión por el atroz crimen de Brenda Pájaro. Según la Fiscalía, el sujeto ya tenía al menos ocho casos de feminicidio, además de otros seis que se encuentran en etapa de investigación. Las autoridades esclarecieron que las víctimas tenían un mismo perfil: madres cabeza de hogar mayores de 40 años.