Colombia respira cultura en cada rincón. Desde La Guajira hasta el Amazonas, las manifestaciones artísticas y culturales permean una sociedad necesitada de esa fuerza creativa. Para descubrir ese universo, hay que abrir los ojos y los oídos a todas sus manifestaciones. Por eso, en esta nueva entrega de El Proyecto es Colombia, empezamos el recorrido en Cartagena, con El colegio del cuerpo, para llegar luego a Medellín, cuna de una industria boyante, la de la música urbana.El arte y la cultura en el paísLa cultura es un concepto que siempre ha estado asociado a la paz. Aunque el ministerio creado para fortalecer las actividades culturales y creativas no ha contado con un gran presupuesto, en 2023 logró aumentar en un 25%.En 2022 su presupuesto era de 525 mil millones de pesos, en 2023 llegó a los 700 mil millones. De ese monto, una buena suma está destinada al Programa Nacional de Concertación Cultural.Además de los números, en buena parte del sector hay una preocupación, pues no se ha nombrado en propiedad a un ministro y piensan que el actual gobierno no ha puesto sus ojos en ese sector.Cartagena danzaPara hablar de un tema fundamental en el país, Noticias Caracol buscó a Álvaro Restrepo, el gran coreógrafo que ha dedicado su vida a la danza y la educación. Él fundó el Colegio del Cuerpo, un proyecto que tiene como objetivo formar jóvenes integrales para la vida y la paz.Esta iniciativa artística, que ha beneficiado a miles de jóvenes, está ubicada a las afueras de Cartagena.Restrepo empezó a enseñar sobre el lenguaje del cuerpo hace muchos años con sus obras de danza contemporánea, mismas que le hicieron ganar mucho reconocimiento internacional.Este lenguaje lo convirtió en un proyecto educativo para jóvenes de bajos recursos y que encontró su lugar en esta ciudad. 10 mil estudiantes se formaron para la danza y la vida.“Aquí está la memoria de todo mi trabajo desde que me inicié con mi propia compañía, mi propio núcleo de creación y luego la historia del Colegio del Cuerpo. Muchos objetos han pasado de una obra a otra. Yo podría decir que he hecho una sola obra durante toda mi vida. Esto ha sido un viaje infinito, ya muy largo. Son 25 años desde que comenzamos con mi socia bailarina francesa, coreógrafa y pedagoga. Realmente, ha sido más alucinante de lo que esperábamos”, aseguró Álvaro Restrepo.En la tranquilidad y el silencio de la naturaleza, el maestro ve cómo ha crecido este proyecto que ya es patrimonio de la cultura de Colombia.“Sabemos que los proyectos culturales son siempre vistos como decorativos. Para muchas personas y capas de la sociedad estos proyectos son vistos como aleatorios, como la parte bonita de la vida, pero no esencial. No se permite la cultura como una necesidad básica insatisfecha. Los recursos son una tarea grotesca, titánica y de todos los días. Llevo 25 años y todos los días nos quitamos el sombrero y lo pasamos al ministerio, fundaciones, empresas, donantes privados para sacar adelante este proyecto. El gran reto es que se entienda que la cultura, las artes, humanidades, son parte esencial de una sociedad”, complementó.De Medellín para el mundoDe Cartagena, pasamos a Medellín, una ciudad que se ha puesto en el mapa del mundo cultural gracias a múltiples expresiones artísticas. Esa ciudad se convirtió en imán de artistas urbanos que llegan a la capital de Antioquia desde muchos lugares del mundo.En Medellín, la música suena en todas las esquinas y se disfruta en grandes escenarios. Karol G, Maluma, J Balvin, Feid, Manuel Turizo, Ryan Castro, Blessed y Alcolirykoz surgieron en esa tierra. Estos jóvenes empezaron a contar historias del barrio y hoy, gracias a mucho esfuerzo, se convirtieron en una industria.No solo cantantes e intérpretes, Medellín también es el hogar de compositores como Keityn y Ovy on the Drums.“Ellos han tenido una visión y una disciplina clara, ante todo. No vieron como un juego la música, lo vieron como un negocio. Desde jóvenes hacían ensayo y error y eso logró que Medellín se volviera una sucursal de la industria”, dijo Keityn.Keityn compone desde hace 10 años. De su puño y letra salieron temas como ‘TQG’, ‘Monotonía, ‘Sobrio’.Ovy on the Drums ha acompañado la carrera de Karol G: “Al principio las emisoras no la aceptaban y a mí no me creían. Decían que no teníamos sonido, que nos faltaba mucho. Ha sido duro, cerraron puertas, yo no me dejaba”.Él produjo ‘Mañana será bonito’, el álbum con el que, por primera vez, una mujer latina se consolidó en el número uno del mundo y logra cifras históricas en su lanzamiento.Historias, testimonios y pruebas de que Colombia es una cuna de artistas que cada día ponen su granito de arena para contribuir al sector y a la paz del país.
El Banco Mundial considera que los países en vía de desarrollo deben invertir entre el 5% y el 7% de su Producto Interno Bruto (PIB) en infraestructura. Colombia ha invertido entre el 1.8% y el 2.5% en las últimas décadas. Visitamos dos proyectos que demuestran que en Colombia se pueden hacer las cosas bien. Hablamos también con la academia sobre la realidad y los desafíos de la infraestructura en nuestro país, eje fundamental del desarrollo. Conéctese con una nueva entrega de El Proyecto es Colombia, tercera temporada.Vía Bogotá-GirardotEn el filo del Alto de Canecas, empotrado en la cordillera oriental colombiana, bajando de Bogotá hacia Girardot, se construye uno de los taludes más grandes del país. Terrazas de 1.500 metros de extensión, con alturas que oscilan entre los 80 y 100 metros."Son para darles garantía de que cuando llueva, las aguas bajen por esos canales y estén depositándose en la parte inferior y que no afecten la vía como tal", explica Iver Oswaldo Cometa, ingeniero de Vía 40 Express.Este talud, en el que trabajan 500 hombres, pretende reducir en un altísimo porcentaje el desprendimiento de gigantescas rocas. Al lado de la doble calzada, se construirá una zona de seguridad donde caerá el poco material que desprenda de la montaña.José Daniel Fernández, gerente técnico de Vía 40 Express, asegura que gran parte de la carretera Bogotá- Girardot, que se extiende a lo largo de 145 kilómetros y por la que se mueven 17 millones de vehículos al año, está en obra.En la concesión Bogotá-Girardot trabajan 5 mil personas; un porcentaje de ellos se concentra en terminar la construcción del tercer carril de esta carretera. Muy cerca a Bogotá remueven miles de toneladas de tierra para habilitar la vía en pocos meses, un carril que aumentará la carga de vehículos y mejorará el desplazamiento.Se espera que estén en su totalidad operando en el año 2025.La Ruta del SolLa carretera de más de mil kilómetros de extensión que conecta al centro de Colombia con la costa Caribe, hace varios años entró en franco deterioro en algunos de sus tramos.El que va entre Puerto Salgar, en Cundinamarca, y San Roque, en Cesar, es el más afectado. Sus dos calzadas tienen serios daños que generan constantes accidentes. Hay partes sin construir y, según los conductores, tiene graves problemas de señalización. Su concesión fue liquidada en 2017 por el escándalo de Odebrecht."¿Quién se volvió a acordar del mantenimiento de eso? Eso es como caminar por la superficie lunar, solo huecos, nadie aparece, nadie se responsabiliza”, dice Fernando Rey, experto en transporte.El nuevo ministro de Transporte, William Camargo, quien habló en calidad de presidente de la Agencia Nacional de Infraestructura, ANI, aseguró la Ruta del Sol que estará reparada y adecuada en pocos meses.Colombia es un país que tiene un poco más de 206 mil kilómetros de vías, 16.983 de red vial principal, 44.400 en la red secundaria y 142.284 de vías terciarias.De los más de 200 mil kilómetros de carreteras en Colombia, tan solo 6.200 son 4G. Se espera que en los próximos años se sumen unos 3.200 kilómetros más, según los datos de la ANI.Fredy Alberto Reyes, experto en infraestructura de la Universidad Javeriana, dice que el país necesita “terminar los proyectos que ya están en ejecución; es decir, los 29 proyectos de las 4G que fueron planteadas, de eso hay tal vez seis proyectos ya entregados, nueve proyectos con un avance superior al 95% y hay unos cuatro proyectos que tienen serios problemas de ejecución”.Vías terciariasPero Colombia tiene una deuda histórica con la red terciaria, aquella que, sin duda, para este experto, mejorará las condiciones de productividad del campo y es “la que le puede dar la oportunidad de que nuestros campesinos saquen al mercado sus productos y tengan una vida un poco más digna y esos son 142 mil kilómetros que nos faltan por hacer”.Siete de cada diez kilómetros de carreteras en el país son terciarias. Esta realidad, fractura el progreso económico y social de los campesinos y hace difícil el acceso a los alimentos que produce.El gobierno pretende rehabilitar 33.102 kilómetros de vías terciarias.Aeropuertos de ColombiaLa ANI tiene planeado a corto plazo el mejoramiento y la ampliación de los aeródromos de Bogotá, Santa Marta, Rionegro -que sirve a Medellín- y Palmira, que sirve a la ciudad de Cali. Para la agencia es prioridad definir el plan para remplazar el viejo y obsoleto Gustavo Rojas Pinilla de la isla de San Andrés.Después de El Dorado, el aeropuerto Matecaña de Pereira es uno de los más modernos de Colombia, una nueva infraestructura amigable con el medio ambiente, ya que el 50% funciona con energía solar.Se construyó en 24 meses con una alianza público-privada y hoy es el más importante del Eje Cafetero.El Matecaña tiene conexiones diarias con ciudades como Miami o Nueva York y el 80% de los pasajeros que llega o sale del Eje Cafetero lo hace por el aeropuerto de Pereira.Pereira tiene como reto ampliar su aeropuerto, pero por razones de espacio no se puede construir una segunda pista. Por eso se busca una alianza público-privada para asumir la operación del aeródromo de Cartago, ubicado a 20 minutos de la capital de Risaralda, para tener allí una pista alterna que sirva para exportar flores, textiles y café. Expertos dicen que esta inversión disminuirá los costos para exportar productos risaraldenses que actualmente salen por Buenaventura o por El Dorado de Bogotá.En contraste está el aeropuerto de Cartagena, el Rafael Núñez, que se quedó pequeño para la alta demanda de visitantes y turistas que tiene La Heroica. Solo en 2022 por allí circularon más de 7,2 millones de pasajeros.La solución para Cartagena está en marcha. Es quizás la apuesta más importante en materia aeroportuaria a corto plazo, la adjudicación de la construcción de un aeropuerto internacional en el corregimiento de Bayunca para atender la alta demanda turística de Cartagena y del Caribe colombiano, que contaría con dos pistas y 100 mil metros cuadrados en instalaciones que estaría construido en dos años a partir de la firma de su contrato."La capacidad que tenemos actualmente en Cartagena nos da alrededor de 8,5 millones de pasajeros al año. Con Bayunca esta capacidad se duplica", dice William Camargo.Por otro lado, para los expertos en infraestructura, si Colombia quiere aumentar su competitividad no puede dejar de invertir en la ampliación del aeropuerto El Dorado de Bogotá, el tercer aeropuerto más importante de América Latina, primero en movimiento de carga en esta zona del planeta y por el que circulan más de 40 millones de pasajeros al año.Trenes y puertos de ColombiaColombia inexplicablemente dejó acabar el tren, el sistema de transporte que construyó gran parte del desarrollo de la nación. Ferrocarriles Nacionales quedó sepultado a comienzos de la década de 1990.Datos de la ANI indican que llevar a los puertos un contenedor cuesta en promedio 2.450 dólares. Si el tren se recupera esta operación se reduciría a 1.800 dólares.Actualmente, hay una insípida operación del ferrocarril en Colombia, en dos tramos en los que se mueven dos trenes a la semana con carga. El reto es tener a corto plazo tres ferrovías en operación a lo largo de 1.600 kilómetros.Fernando Rey, experto en transporte, dice que "el tema que en materia férrea es doloroso es que se han presentado 32 propuestas de inversión público-privada y la ANI no ha aprobado una sola. Cuando no hay esa seguridad técnica ni jurídica, pues los inversionistas se van".Para 1920, cuando el tren empezó a mover el desarrollo de Colombia, se construyeron 1.800 kilómetros de ferrovías, para 1970 esa red se duplicó a 3.600, casi un siglo después, Colombia solo tiene 1.600 kilómetros y muchos de ellos por recuperar.Para los expertos en infraestructura, no se trata de acabar con el transporte por carretera. El tren, en algunos tramos de la compleja geografía colombiana, puede ser más efectivo que el tractocamión. Por ejemplo, un tren puede mover 6 mil toneladas de carga, equivalente a lo que mueven 250 tractomulas. Los costos de desplazamiento se podrían reducir hasta en un 26% en ferrocarril.La ANI quiere actualizar la norma férrea vigente desde 1920 y reactivar la circulación del tren de carga en 1.600 kilómetros en tres trazados claves para la producción nacional:La primera línea, denominada corredor férreo central, conectará a La Dorada, en Caldas, con Chiriguaná, en Cesar, y finalizará en el puerto de Santa Marta.La segunda Línea es la del Pacífico, que arranca en Buenaventura y que se conectará con el corredor central. En pocos meses se resolverá si se une por las montañas del Alto de la Línea, por el norte del departamento de Caldas o sube hasta Antioquia para caer después al Magdalena Medio.La tercera línea será Belencito-Bogotá. Tendría a futuro una conexión por Girardot, por el Carare o por Barrancabermeja para conectar con el corredor férreo central.En tres años deberán estar operando.Transporte fluvialOtro sistema de transporte que Colombia decidió desaprovechar, según los expertos en infraestructura, es el fluvial, a pesar de tener la red hídrica más importante de Suramérica, un sistema limpio, eficaz y perfecto para mover gran cantidad de carga."En eso estamos realmente muy atrasados, en términos del aprovechamiento fluvial que se tiene en los países desarrollados, en Europa y en Estados Unidos", señala Juan Saldarriaga, experto en infraestructura de la Universidad de los Andes.Para operadores de los puertos como el de Barranquilla, es necesario recuperar el Magdalena como canal de desarrollo para el país, un río que tiene injerencia directa en 130 municipios a lo largo de su recorrido, por el que se mueven solo 4 millones de toneladas al año de carga entre Barranca y Cartagena y eventualmente la puerta de oro de Colombia.Para esto, Cormagdalena dio el primer paso, adquirir una draga que construirá Cotecmar y que retirará de manera permanente los sedimentos del canal de acceso al puerto a lo largo de 24 kilómetros para facilitar la entrada de grandes buques a Barranquilla, con carga que en determinado momento podría ser embarcada en planchones hacía el centro del país.Dentro de los proyectos 5G, el Estado colombiano adjudicó la restauración de los ecosistemas del canal del Dique, una gigantesca obra entre Calamar, en Bolívar, y la bahía de Cartagena, obra con la que busca mitigar las inundaciones en esta zona del norte del país y reducir el impacto de los sedimentos que están afectando seriamente la zona de la desembocadura del canal.Colombia, en materia de infraestructura, se ubica en el puesto 81 entre 141 países, según el World Economic Forum.
Año tras año, las cifras sobre áreas cultivadas con coca y los resultados en la lucha antidrogas arrojan la misma conclusión: nadie gana y el único perdedor es el más débil de la cadena, el campesino que muchas veces no tiene otra forma de sustento.Esa realidad la retrata con lujo de detalles Wade Davis, un antropólogo y etnobotánico canadiense que lleva gran parte de su vida investigando sobre la coca, una mata que tiene en el pueblo indígena a su defensor ancestral.“La coke (coca) es como el puente entre el mundo en que vivimos y el mundo de los espíritus”, asegura Davis.Concepto que comparte Humberto Yaiguaje, médico ancestral del pueblo Coreguaje, quien señala que “la hoja de coca nos transmite el conocimiento y saber espiritual”.“Coke no es como café, no es como cacao, chocolate, es mucho más que eso. Tiene más de 8.000 años, una planta sagrada en cualquier sitio del mundo, desde Bolivia hasta Colombia… Tiene más calcio que cualquier otra planta que conocemos”, manifiesta el antropólogo.Wade Davis considera que la guerra contra las drogas no nace de una preocupación por el consumo, sino producto de la política.“En pocos años, la cocaína pasó de ser como el estimulante más benéfico conocido por el hombre, el tónico predilecto de presidentes y papas, a ser percibida como una maldición moderna, la causa y la encarnación de todos los problemas sociales”, explica.Después de 50 años de haber declarado la guerra contra las drogas, el resultado solo tiene un nombre: fracaso.“Hoy día, hay más personas en más sitios utilizando peores drogas, de peores maneras que en cualquier momento de la historia”, comenta Davis.Mientras los pueblos indígenas luchan contra los estigmas y mantienen viva la milenaria tradición de la coca, Colombia paga caro el precio de una guerra sin fin.“Para mí, la cocaína es muerte, es sangre, siete millones de desplazados en Colombia, cinco millones de colombianos que tuvieron que salir de su país, 400.000 niños muertos, la cocaína es tumbar el monte, los bosques del Chiribiquete, es un veneno, pero al mismo tiempo la guerra es un fracaso”.Sostiene que “los norteamericanos quieren eliminar una cosecha que sus compatriotas están utilizando” como cocaína.“Quitar la coca es matar la gente, matar la cultura, matar la civilización, matar todo”, apunta el antropólogo y etnobotánico canadiense.Vea la décima entrega de “El Proyecto es Colombia”, tercera temporada.En podcast: Coca, de planta ancestral a mata del diablo
La gobernabilidad es el conjunto de tradiciones e instituciones mediante las cuales un gobierno ejerce la autoridad. La gobernanza incluye el proceso para que los gobiernos sean seleccionados, monitoreados y, muy importante, que sean reemplazados. Una vez definida la gobernanza se creó un sistema de medición que tiene seis variables: la rendición de cuentas, la estabilidad política y la ausencia de violencia; la capacidad regulatoria, el respeto por el estado de derecho, y el control de la corrupción. ¿Cómo está Colombia en materia de gobernabilidad? Vea este sábado, 13 de mayo, la novena entrega de “El Proyecto es Colombia”, tercera temporada.Gobernabilidad en Colombia y el mundoNunca más un ciudadano será número perdido en una estadística que nadie puede contrastar. El pienso luego existo de ese pensamiento racional se hizo real. Y fue la tecnología la que igualó el valor de la voz de un individuo con el de cualquier poderoso.Gobernar una nación en este siglo se convirtió en el desafío más complejo para líder alguno. ¿Cómo gobernar este mundo ingobernable? “Creo que estamos en el mundo como mínimo complejo, no sé si caótico, pero sí muy complejo en donde para muchos ciudadanos y creo que no les falta razón, a unas de las certezas, a unas de las seguridades que creían que estaban suficientemente instaladas como la propia democracia, pues no lo parecen tanto, entonces, yo creo que este escenario de incertidumbre y de duda nos crea más miedo”, según Antoni Rubi, asesor de comunicación y consultor político.El sistema democrático es el mejor que se ha inventado para conseguir la convivencia y el desarrollo en el mundo contemporáneo, sin embargo, hay desencantados. O esto es lo que afirma uno de los teóricos que hace tiempo habló del fin de la historia, Francis Fukuyama.¿Es un problema para la democracia que haya tantas voces al mismo tiempo opinando, pensando, sugiriendo, criticando también? Responde Fukuyama: “O que la participación en una democracia tiene que ser estructurada, tiene que operar de acuerdo con un Estado de derecho que define la estructura básica dentro de la cual participa la gente, si no termina de ser una situación caótica en la que un pequeño grupo de personas podría tomar el control de todo el proceso y no tendrás un resultado democrático, es por eso que creo que el Estado de derecho sigue siendo importante en una democracia. Quieren más igualdad, un cambio social, pero eso tiene que estar estructurado dentro de instituciones regulares”.Aún más complejo cuando los intermediarios, naturales de esta democracia, que son los partidos políticos, dejaron de ser una referencia para los ciudadanos. “Nosotros nos dedicamos, de alguna manera, a destrozar los partidos y los partidos que antes eran el canal de comunicación entre ciudadanos y gobernantes de manera orgánica hoy la gente casi no tiene afinidad con los partidos, y por lo menos en el caso de Colombia, menos del 40% de la gente tiene afinidad con un partido”, dice César Caballero, exdirector del DANE.La ruptura de la confianza de los individuos en quienes pretenden gobernarlos y la pertinencia de las agendas políticas están contrastadas con las demandas de la vida cotidiana. “La gente ha venido logrando mayor esperanza de vida, menor nivel de pobreza, mayor nivel de empleo, entonces la gente tiene derecho a esperar y recibir más, las exigencias que están buscando los ciudadanos son cada día distintas. Antes lo que el ciudadano decía era ‘quiero que me construya la escuela, hoy lo que quieras que la de educación sea de calidad y los ciudadanos tenemos derecho y razón en exigir más’”, agrega Caballero.Conscientes de lo difícil que es medir las ciencias sociales, hace casi 30 años el Banco Mundial se dio a la tarea de convertir en datos medibles los pilares de la gobernabilidad.“La gobernabilidad tiene que ver en cómo nosotros respetamos unas tradiciones para saber cómo los gobiernos llegan al poder, pero también los gobiernos son reemplazados, cómo llegan y cómo salen, cómo se hacen políticas públicas sostenibles, cómo respetamos las reglas del juego y establece seis conceptos donde dice vamos a empezar a medir estas variables. Cómo yo tengo voz, cómo participo, cómo tengo la posibilidad de participar como ciudadano en los temas públicos; si es buena la regulación o no es buena, pero también como cumplimos la regulación, cumplimos los ciudadanos, el sector privado y cómo el sector público cumple la regulación. Hay dos que tienen que ver, que yo creo que enmarcan muchísimo, que es lo que le ha pasado Colombia, que es el Estado de derecho, y el otro que es estabilidad política y ausencia de violencia. Hay otro muy importante naturalmente, que tiene que ver con el control de la corrupción, y el otro es la efectividad del gobierno: cómo esas políticas públicas son capaces de producir los resultados que se proponen”, explica María Margarita Zuleta, directora de la Escuela de Gobierno de la Universidad de los Andes.Veamos cómo ha evolucionado en Colombia la valoración de la gobernabilidad entre el 2006 y el 2021, en una escala de cero a 100 puntos.La rendición de cuentas: la mejora ha sido leve desde el 2006, cuando comenzó en 40 puntos hasta el 2021, que alcanzó algo más de los 50.La segunda valoración es el gran vacío para alcanzar estas variables en Colombia, la estabilidad política y la ausencia de violencia.Como no puede ser distinto, desde el 2006 hasta ahora Colombia no logra llegar ni a los primeros 20 puntos.En el tercer punto en la ejecución de las políticas de gobierno, las políticas públicas, se ha mantenido casi en el mismo nivel desde el 2006 hasta ahora. En la calidad regulatoria, que es el cuarto nivel que se mide para la gobernabilidad, se nota un mejoramiento en el 2016, porque se logra pasar los 60 puntos.El cumplimiento de las reglas del juego o del Estado derecho Colombia está en el promedio de la región, entre los 40 y los 50 puntos, más o menos en el mismo nivel que en el control de la corrupción, que es la sexta variable.En podcast: ¿Tiene Colombia una buena gobernabilidad?
Con el paso de los años, la educación se convirtió en un asunto estrechamente ligado con la tecnología, al mundo digital y a la conectividad. Además, también se transformó en un reto para centros educativos y universidades que todos los días incursionan en nuevos modelos para impartir conocimiento.Realizan primer trasplante pulmonar robótico sin abrir tóraxSegún el Dane, para el año 2022 la proporción de hogares con conexión a internet en todo el país era del 59.5%. En cabeceras municipales, era del 67.5% y en centros poblados y zonas rurales del 32.2%.Los departamentos con menor reporte de conectividad son:Vaupés, 4.1%.Vichada, 10.2%Guainía, 18,9%.Chocó, 20%.La Guajira, 28.3%En contraste, las regiones con mayor reporte de conectividad son:Bogotá, 79.4%.Valle del Cauca, 73%.Quibdó, 69,8%.Santander, 64,4%.Las nuevas generaciones cada vez exigen más a la hora de aprender y los salones tradicionales se están quedando obsoletos. Lo anterior dio paso a las clases remotas, que para algunos expertos son el futuro y el lugar hacia donde deben migrar los estudiantes.La Universidad de Los Andes tiene esta convicción, pues inauguró un salón en el que el único requisito para recibir clase es tener la cámara encendida.“Nosotros siempre hemos estado preocupados por el aprendizaje y hemos tratado siempre de investigar y darnos cuenta de cómo aprenden las personas. Nos dimos cuenta que en el ambiente virtual el aprendizaje por las plataformas tradicionales no era el mismo. Empezamos a buscar maneras diferentes de poder llevar un proceso de aprendizaje acorde al proceso que nosotros queremos”, sostuvo Juan Pablo Soto, vicedecano de relaciones corporativas de la facultad de Administración de Andes.¿Planea viajar? Experta en el tema asegura que ChatGPT es la mejor herramienta para hacerloPor su parte, Boris Lotero Ruiz, profesor de gastronomía de la Universidad Manuela Beltrán, afirmó que “el reto es comunicarse en el mismo lenguaje de los jóvenes, en el mismo lenguaje que están hablando estos muchachos”.Pese a que todo lo anterior suena bastante atractivo, en zonas como Caquetá entrar a internet es todo un calvario.“Nosotros queremos hacer el tránsito a la educación virtual, porque la pandemia nos demostró que podemos tener mayor cobertura con programas virtuales, pero debemos mejorar la cobertura de internet en zonas rurales. El muchacho para tener señal en su celular tenía que subirse a un árbol y buscar la señal”, aseveró Javier Martínez, vicerrector académico de la Universidad Amazonía.Precisamente, en ese centro educativo las tabletas cambiaron la forma en la que los estudiantes se conectan y cumplen con sus actividades cotidianas.Raquel Bernal Salazar, rectora de la Universidad de los Andes, habló de los logros del país y lo que falta en materia educativa.La misión de “las universidades, aparte de formar ciudadanos que quieran transformar a este país, es también contribuir a la sociedad con investigación, emprendimiento e innovación. Dentro de la investigación me refiero a pensar sobre sociedad, sobre las necesidades que tiene el país, incluidas las necesidades de educación. Los retos que enfrentamos como sector educativo están relacionados con la cuarta revolución industrial. Hay un cambio significativo en las ocupaciones, muchas se desaparecen, pero un gran número surgirá”, aseguró Salazar.Por su parte, John Jairo Arboleda, rector de la Universidad de Antioquia, se refirió a las necesidades que tienen los estudiantes colombianos en materia de educación pública.“La tarea es que tenemos que ampliar cobertura, sin ninguna duda, pero que esa debe ser responsable y de calidad. Para tener calidad debe tener los otros dos componentes de las misiones de las universidades en el mundo: la investigación y la extensión”, aseguró.Un dato final que permite entender el tamaño de la comunicación digital en Colombia: el país tiene más de 38 millones de usuarios activos en las redes sociales.ChatGPT explicó la particular respuesta de la señorita Antioquia 2008: "Hombre con hombre"EN PODCAST: La educación de los jóvenes, entre el metaverso y el campo
En el mundo, cada segundo se publican en promedio 9 .500 tuits, se ven 61.000 videos de YouTube, se envían 1.1 millones de mensajes de WhatsApp, hay 35.000 personas activas en Facebook, se hacen 98.000 búsquedas en Google y se comparten al menos 1.100 fotos y videos en Instagram. Es una verdadera explosión de información; sin embargo, en esta revolución tecnológica que ha cambiado, entre otros, nuestra forma de socializar y de comunicarnos, estamos olvidando algo esencial en la comunicación humana: escuchar. Conozca cómo está la salud mental de los colombianos, en la séptima entrega de El Proyecto es Colombia, tercera temporada.Todos llevamos en la mano un dispositivo que atrapó nuestra atención, que transformó la forma como nos comunicamos, socializamos e, inclusive, se ha metido en el mundo laboral. Es así como la virtualidad amenaza la vida cotidiana del cara a cara.La revolución tecnológica cambió la forma de socializarnosAlgo tan esencial como escuchar es algo que estamos olvidando en la comunicación humana.“Muchas veces no tenemos tiempo para eso, andamos a 100 por hora en esta vida”, señala Mauricio de la Espriella Perdomo, presidente de la Asociación Colombiana de Psiquiatría.“Escuchar es la base de la sociedad y las relaciones humanas. La mayoría de diferencias o malentendidos que puedes tener es por la diferencia entre oír y escuchar”, agrega Victoria Arciniegas, directora de la estrategia Porque quiero estar bien.Y varios olvidan eso porque “las redes sociales muchas veces hacen que las personas estén inmersas en otra cuestión, que no te pongan atención, que tu conversación se vuelva irrelevante y el no sentirte escuchado genera problemas de comunicación”, explica el neuropsiquiatra Juan Manuel Orjuela Rojas.Colombia es el cuarto país en el mundo con el promedio de tiempo de consumo de redes sociales más alto, gastando en promedio 9 horas y 38 minutos diarios en redes, permaneciendo más en la virtualidad y cada vez más desconectados de la vida real.Para Carlos Alberto Uribe, antropólogo y especialista en etnopsiquiatría, “este es un fenómeno muy interesante, nos podemos comunicar y estar informados, tener las últimas noticias de lo que está pasando, por ejemplo, en la guerra de Ucrania al instante, pero no sabemos lo que está nuestra pareja”.Adicción a las redes socialesEn las redes, además, hay un mercado en el que también se polariza, desinforma, se comercia toda clase de productos y se venden patrones irreales de belleza, felicidad, relaciones, trabajo.Quienes saben del tema comparan las redes con una droga, porque en lo más profundo de nuestro cerebro hay un sistema encargado de la sensación de placer y bienestar. Este, a través de circuitos y sustancias como la dopamina, es el que nos hace sentir a gusto cuando comemos dulce, vamos de compras o nos dan un like.“Hay una búsqueda continua de entrar a las redes para obtener esa satisfacción, pero después quedan ciertos desenlaces donde las personas se aburren, se sienten tristes, se sienten con poca energía porque han estado estimulando su cerebro para capturar esas recompensas de manera activa y en la vida normal, la del cara a cara, ya no les parece tan recompensada, eso genera muchos retos”, explica el psiquiatra y director del doctorado en Neurociencias de la Universidad Javeriana, Hernando Santamaría García.Y aunque no existe consenso de lo que sería una adicción a las redes sociales, estas plataformas son cada vez más eficientes y tienen muy claro cómo funciona el cerebro.Así que esta extensión del cuerpo está impactando la química, estructura y funciones cerebrales. Se sabe, además, que las nuevas generaciones han desarrollado una capacidad de aprendizaje más visual, son más rápidas en sus acciones, algunos aseguran que se han vuelto multitarea.Sin embargo, los desafíos y sus lados oscuros son cada vez más tangibles, ya que “las personas tienden a tener unos índices de comparación muy altos y exigentes, y eso genera estrés, preocupación, ansiedad, expectativas desajustadas de la realidad. Por otro lado, parece que las personas que tienen mucho más tiempo de interacción virtual y no tienen tiempo efectivo de interacciones cara a cara tienen más índices de depresión”, precisa Santamaría.Pero no se puede responsabilizar solo a las redes por la salud mental de los colombianos, que quedó en carne viva por la pandemia.“Predominan los trastornos de ansiedad, seguidos por los trastornos del estado de ánimo y un tercer puesto para los de consumo de sustancias psicoactivas”, dice el doctor De la Espriella.Agrega que en “el año 2022 hubo alrededor de 37.000 intentos de suicidios en el país, eso más o menos significa un intento de suicidio cada 14 minutos”.Afirma que “es una situación que se puede evitar en la medida que la responsabilidad es de todos en identificar rápidamente cambios en el comportamiento de sus seres queridos, compañeros, buscar la ayuda, la escucha activa”.Por eso debemos proteger nuestro cerebro y, en el caso de las redes, incluye poner límites.“No hay plataforma o red que reemplace el contacto físico, no hay nada como el abrazo del amigo, el beso de la mamá y el café con las personas con las que uno en verdad tiene cierta empatía y confianza”, recalca Victoria Arciniegas.EN PODCAST Salud mental: hiperconectados, pero sin capacidad de escucha
Las empresas matriculadas en las Cámaras de Comercio del país suman 1.733.265, con cifras del 2022. De ese total, el 0,5%, es decir, 8.219, son grandes empresas. Muchas han sobrevivido al conflicto armado, a las guerras, a los problemas de orden público, a las crisis financieras, a las recesiones, en fin, a decenas de obstáculos. Esto no ha sido impedimento para la innovación, evolución y desarrollo de sus modelos productivos que hoy las convierten en ejemplo de crecimiento y resiliencia. En Cali, la tercera ciudad más importante de Colombia, aportante de la mitad del producto interno bruto del Valle del Cauca y el principal centro económico e industrial del suroccidente de Colombia, está Carvajal S. A., uno de los grupos empresariales claves del país.Pedro Felipe Carvajal es la cuarta generación de los fundadores de este conglomerado y hoy es el presidente de esta organización conformada por 11 empresas con presencia en diez países de América Latina y en Estados Unidos, y con un exitoso desarrollo en tres sectores: papel y empaques, tecnología e inmobiliaria.“Hemos pasado la Primera Guerra Mundial, tuvimos la recesión de los años 30, tuvimos la Segunda Guerra Mundial, hemos tenido desaceleraciones económicas, hemos visto como mercados como el venezolano, que era el segundo para nosotros, desapareció y también hemos visto negocios que llegan a su ciclo de madurez y obviamente ahí es donde nosotros tenemos que empezar a reinventarnos”, cuenta.“El presi”, como le dicen sus trabajadores, tiene 51 años y asegura que el método para mantenerse vigente consta de fe en el futuro y adaptación rápida para asumir lo que seguramente va a llegar en unos años.“Hay una frase que nos gusta mucho a nosotros: tan global como sea posible y tan local como sea necesario. Entonces, tenemos equipos multidisciplinarios que están permanentemente probando nuevos desarrollos, nuevos productos, y en función de esas pruebas es que salimos a desarrollarlos”, explica.Sin embargo, anota que eso se debe hacer “siempre mirando de tres a cinco años adelante porque negocio que no está viviendo una disrupción en este momento posiblemente va a desaparecer”.Es así como para mantenerse vigentes y estar al día con lo que requiere el mercado, esta organización no solo ha pasado por imprenta, periódico, almacén de papelería, fábrica de cuadernos, libros y etiquetas de publicidad, fábrica de empaques de plástico y papel, fax, máquinas de escribir, cámaras fotográficas, ahora inteligencia artificial para prestar servicios, entre otros, sino también han tenido que sufrir las necesidades del cambio climático.En esta sexta entrega de El Proyecto es Colombia, tercera temporada, vea este y más ejemplos empresariales de buenas prácticas, adaptación y flexibilidad que le siguen apostando al progreso del país.En podcast: Transformación empresarial, ejemplo de crecimiento y resiliencia
Los modelos de negocio han cambiado. La tecnología y la innovación están mostrando una nueva manera de crear empresas en el mundo. Las startups, grandes empresas que nacen de emprendimientos que por ser disruptivos tienen un enorme potencial de crecimiento, se enfocan en crear productos para satisfacer a los usuarios. Crecen de forma exponencial y, para lograrlo, deben conseguir buen capital de inversionistas dispuestos a asumir riesgos. Conozca quiénes están detrás de estos grandes emprendimientos, en la quinta entrega de El Proyecto es Colombia, tercera temporada.En Colombia nacen y mueren todos los días muchos emprendimientos, pero hay casos muy particulares que logran consolidarse y esto se debe, en gran parte, a que facilitan la vida de la gente.De acuerdo con Impulsa, la institución del gobierno que lidera y respalda nuevos negocios, en el país existen 1.327 startups, lo que ha demostrado el crecimiento exponencial de estos negocios con el transcurso de los años, ya que para el año 2000 apenas existían 6.Estas empresas en Colombia han conseguido una inyección de capital de 4.621 millones de dólares en los últimos 10 años, solo están por encima Brasil y México.¿Cómo está Colombia en el ranking de países con más startups en el mundo? Entre 100 países medidos, ocupa el lugar número 44 y, en América Latina, es el quinto país después Brasil, Chile, México y Argentina.Chiper, la tienda virtual de los tenderosChiper es una plataforma creada por una santandereana y dos caleños quienes, hace cinco años, dejaron sus trabajos en importantes compañías para apostarle todo a este emprendimiento. Oscar, José y Carolina, con habilidades en operaciones de tecnología y ventas, diseñaron esta aplicación para que los tenderos pudieran proveer su local en un solo lugar.Actualmente, Chiper genera alrededor de 500 empleos por medio de su plataforma y ha logrado fortalecer alianzas con más de 130 mil tiendas en Colombia México y Brasil. Según Fenaltiendas, tienen alianzas con 70.000 de las 400.000 tiendas existentes en las ciudades de Bogotá, Cali, Medellín y Barranquilla.Foodology, expertos en cocinas ocultasFoodology funciona a través de cocinas ocultas y entregas a domicilio. En este modelo no hay restaurantes llenos de mesas y sillas para los comensales.“Son diferentes estaciones dentro de una cocina y cada estación está haciendo una marca diferente y nos enfocamos en que la calidad de cada estación sea increíble”, comenta uno de sus cofundadores. A las cocinas ocultas solo se acercan los domiciliarios.Las cocinas ocultas de Foodology , que tienen presencia en Colombia, México, Perú y Brasil, generan 1.200 empleos, 600 de ellos en Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla, Cartagena, Bucaramanga y Pereira. Detrás de este gran emprendimiento que nadie ve está Daniela Izquierdo y Juan Guillermo Azuero.Hoy trabajas, solución para quienes buscan empleoHoy Trabajas es una empresa que surgió como una solución para combatir el desempleo en el país.Estas son sus cifras: generan 100 empleos; están en Cali, Bogotá, Medellín y Cartagena y, además, han tenido despliegue Chile y México. Una de cada tres personas que aplica para un empleo en esta plataforma logra acceder a la vacante.Rubén, David, Milton, Sebastián y Vladimir son los cofundadores de esta empresa.El dato: cuando una startup crece tanto que llega a tener un capital superior a los mil millones de dólares entra a una categoría especial llamada unicornios. En Colombia solo dos han alcanzado ese mérito Rappi y Habi, una startup del sector inmobiliario.Vea en el capítulo completo de El Proyecto es Colombia cómo nacen y crecen estos negocios en el país y conozca, además, a los jóvenes emprendedores que están detrás de ellos. También entérese de cuáles son los retos de estos nuevos negocios.En podcast: Historias detrás de grandes emprendimientos
Sembrar es esparcir las semillas en la tierra para que germinen y en un par de semanas tengamos las plántulas. La siguiente etapa del proceso es el arte de cultivar para obtener un fruto que luego de unos meses se convierte en la cosecha. Esa cosecha, gracias a la comercialización, llega a la mesa de los colombianos y se convierte en la seguridad alimentaria de un país. Esto es la agricultura, una suma de factores en donde cada campesino es como un anillo de la columna vertebral del sistema social y económico de país. Conozca, este sábado, cómo garantizar la seguridad alimentaria, en la cuarta entrega de El Proyecto es Colombia, tercera temporada.Panorama de la agricultura colombianaLos vientos de dificultad que soplaron para el agro colombiano en el 2022 no han bajado su intensidad este año. Y como por ahora la solución no está en manos de nuestros campesinos, ellos siguen pegados de un milagro, el de San Isidro Labrador, para que el panorama en el campo mejore.Jorge Bedoya, presidente de la Sociedad Agropecuaria de Colombia, SAC, afirma que después de la pandemia, y por cuenta del fenómeno de la niña, la disparada el dólar y otros factores, el Producto Interno Bruto de la agricultura cerró en rojo.“El PIB cayó 1.9%, son varias las razones: devaluación del peso más de 20%, más de 10 incrementos de la tasa de interés, tres inviernos en una y la invasión de Rusia a Ucrania que elevó los costos de los insumos”, explica.Y es que la inversión para producir 90 millones de toneladas de comida es muy alta: “Para la producción agrícola Colombia necesita importar al año más de 2 millones de toneladas de fertilizantes que pueden pesar el 30 o 40% del total del costo de producción de un kilo de papa, de arroz, y demás, y obviamente eso termina impactando en una reducción de las áreas sembradas una menor oferta del producto y por eso también hemos visto incrementos en los precios”.Los cultivos agrícolas en Colombia se dividen en seis grupos, según las extensiones de producción. En el primer renglón están los cultivos tropicales con 1 millón 629,733 hectáreas, este 30.2% del área sembrada del país tiene café, caña de azúcar y cacao.El segundo renglón es para los cereales con 1 millón 248,350 hectáreas que equivalen al 23.1% de lo sembrado. El presidente de Fedearroz dice que su producto es uno o de los alimentos que garantiza la seguridad alimentaria de Colombia.“Aquí producimos, en términos de arroz en cáscara, entre 3 millones a 3.100.000 toneladas que eso en términos de arroz blanco para el consumo son 1 millón 700,000 o 1 millón 800,000 toneladas, o un poco más, que puede ser lo que el país requiere”, indica Rafael Hernández.Sin embargo, por cuenta del TLC con Estados Unidos, a Colombia llegan 115.000 toneladas anuales de arroz que se suman a las que también por acuerdos internacionales, que el dirigente gremial califica de obsoletos, entran por países vecinos.“Hoy día Perú tiene la puerta abierta y puede traer lo que quiera, y Ecuador tiene contingentes que en este momento pueden ser de alrededor de 20 o 30.000 toneladas”, agrega.Pero los arroceros no se rinden. Gracias al sistema de producción AMTEC, adopción masiva de tecnología, Colombia está cerca de cultivar el mismo arroz que por hectárea recolecta Estados Unidos.“El que hace AMTEC ya produce arroz a 280 dólares la tonelada, y el promedio nacional ha bajado desde el 2012, de 500 dólares –que valía producir una tonelada- hoy en día la está produciendo en 330 dólares” – Rafael Hernández.El tercer renglón agrícola Colombia es frutal, el 19.3% del territorio sembrado. En este 1.42 millones de hectáreas hay cítricos, plátano, mango, aguacate, piña y banano, este último fruto que tiene su centro producción en el Urabá tiene caída de 2.6% en el 2022. Emerson Aguirre, el presidente de este gremio, explica por qué la guerra entre Ucrania y Rusia hizo que Ecuador, principal abastecedor de ese país, terminara inundando el mundo con su producto: “Siendo Ecuador el principal proveedor de fruta para Rusia, y no teniendo canales de ingreso a Rusia, Ecuador produce una sobre oferta banano en el mundo produciendo una caída libre de los precios a nivel mundial donde obviamente nosotros al ser el quinto exportador de banano sufrimos las consecuencias”.Ahora hablemos del plátano. En el Quindío durante décadas se sembró esta mata para darle sombra al cafetal y tener qué darles de comer a los obreros, pero el cultivo evolucionó, creció y hoy las fincas como El Corralón en Montenegro se convirtieron en verdaderos platanales.Esta mata, luego de producir un único racimo en su vida de frutos, muere, le da vida a sus hijos que germinan en los pies de la planta. El campesino elige cuál de ellos heredará la producción y elimina el resto en un proceso que se llama deshije. Otra parte es el deshoje que consiste en retirar lo que le sobra la mata. En el proceso de cultivo aparece el llamado embolse, que consiste en proteger el fruto hasta su crecimiento, son 16 semanas en total y el trabajo luego es para los cosecheros.La segunda parte de la transformación del plátano se hace en la sede de Armenia. Planto le da aquí trabajo a unas 80 personas que hábilmente pela la fruta: “Lo que hacemos es retirar la cáscara acá y tener una economía circular, en donde la utilizamos para alimentación animal, después le entregamos ese plátano listo a la industria para que empiece a procesarlo, a fritarlo y allí ellos empaquetan y lo entregan a su vez a todas las cadenas comerciales”.Los plataneros han tenido momentos difíciles en los últimos tres años, como todos los agricultores, pero saben que el país y el mundo necesitan de su fruto.“El plátano es garantía para la seguridad alimentaria en más de 90 países en el mundo, los cuales depende su economía de allí y las dietas completas dependen de allí. Hay países en donde se consumen 220 kilos por habitante en el año, en Colombia por ejemplo nos consumimos 62 kilos por habitante en el año”, dice Alonso Castañeda, gerente de Planto S.A.S.Pero volvamos con la estadística de extensión de tierras sembradas. El frijol, la alverja, las habas y la palma de aceite ocupan unas 886.000 hectáreas, es decir, un 16.4% de los surcos del país.El quinto grupo de alimentos es para las raíces y tubérculos como el ñame y la yuca, en ese 8.34% de cultivos se producen también 2 millones 570 mil toneladas de papa al año. Pero los costos de transporte insumos y de mano de obra y de producción de la papa están por las nubes“Hace dos años producir una hectárea de papa valía 22 millones de pesos, en la actualidad producir esa misma hectárea de papa está cercana a los 43 millones. Es decir, prácticamente se doblaron los costos de producción”, explica Germán Palacios, presidente de Fedepapa.Además de Alemania, Bélgica y Holanda, llega papa que podría darse en los campos de Boyacá, Cundinamarca y Nariño. “Lo triste es que esas 100.000 toneladas de papa importada, papa a la francesa, desplaza entre 250 y 300.000 toneladas de papa en fresco de los productores colombianos”, complementa.Pese a todas estas cifras el panorama en el campo sigue siendo alentador. En enero 2023 las exportaciones agropecuarias y agroindustriales de Colombia fueron del orden de los 737 millones de dólares, siendo Estados Unidos el mayor comprador, con un 42% de la producción.En el 2022 el sector agroindustrial colombiano exportó más de 2.109 millones de dólares, se incrementaron en un 59.4% con relación al 2021 esas exportaciones. Solo en enero de este año sumamos 727 millones de dólares.En podcast: Seguridad alimentaria, en la mesa de los colombianos
El propósito de la transición energética, que compromete al mundo entero, es buscar la manera de producir energías más limpias, y reducir sustancialmente las emisiones de los gases que contaminan el planeta. Conozca cómo ha avanzado nuestro país en esta materia y qué desafíos hay que superar, en la segunda entrega de El Proyecto es Colombia, tercera temporada.Hoy en día, la transición energética es un proceso que va tomando fuerza alrededor del mundo, pero que para muchas personas es todavía desconocido. Se trata de un proceso que involucra a todos los países, un propósito que compromete al mundo entero.Se trata de encontrar maneras de producir energías limpias y reducir la emisión de gases contaminantes.Colombia emite menos del 0,5% de los gases tóxicos en el mundo. No obstante, esta cifra obedece a 85 millones de toneladas de gas carbónico.Cada colombiano arroja 1,6 toneladas de Co2 al año, una cifra que está por debajo del promedio mundial. La intención de la transición energética en Colombia es reducir esta emisión un 51% para el 2030.Actualmente, la matriz energética de Colombia se ubica de la siguiente manera:46% petróleo y derivados.17% energía.16% gas natural.14% biomasa y leña.07% carbón.Las energías limpias con las que se espera respaldar esa matriz energética mencionada anteriormente son la solar, biomasa, eólica, mareomotriz, hidrógeno, hidráulica o geotermia.Lo que se busca con el desarrollo de estas fuentes es cambiar la materia prima que hoy se utiliza para generar la energía que llega a las casas o la que mueve los vehículos que transitan por las vías del país.Hoy por hoy, Colombia cuenta con una de las matrices eléctricas más limpias del mundo. Según la ONU, cerca del 70% de la energía que se produce en el país viene de plantas hidroeléctricas.“La matriz limpia se está diversificando, pero no podemos perder nunca de vista dos cosas fundamentales: una, que nos quedemos sin luz y dos, que la podamos pagar”, sostuvo Natalia Gutiérrez, presidente de Acolgen.Lo anterior llevó a diferentes empresas a poner sus ojos en proyectos de energías limpias. Un ejemplo es el parque solar de Fundación, en Magdalena. Son 237 hectáreas en las que se espera instalar 244.000 paneles solares. Allí se invirtieron 109 millones de dólares.Se espera que el 60% de la energía del país sea producida por fuentes solares.El hidrógeno llegó para quedarse y aunque es la fuente de energía limpia más costosa hasta el momento, Ecopetrol le apostó.“Nuestro plan estratégico es la producción de 1 millón de toneladas de hidrógeno al año en 2040. Esto equivale, más o menos, al consumo energético de 3 millones de hogares”, agregó María Fernanda Arango, gerente de Bajas Emisiones de Ecopetrol.Pese a los ejemplos, estas nuevas fuentes representan solo el 1% de la matriz energética de Colombia. Sacar adelante estos proyectos requiere estímulos del Estado frente a varios problemas que surgen en el camino.Estudios calculan que hacer una transición energética justa se llevará a cabo en 2050.El gas natural, que es menos contaminante que el petróleo, es el combustible de respaldo y es por esto que el país debe asegurar la autosuficiencia.Así la situación, los conocedores del tema consideran que es conveniente la continuidad de los contratos de exploración de hidrocarburos para la transición energética justa. Según ellos, se necesita un tiempo prudente para destrabar los problemas que tienen las inversiones de las energías limpias y para hacer un respaldo que no afecte a los colombianos.La transición energética en el sector transporteExpertos aseguran que los sectores del cemento, acero, sustancias químicas y transporte son los que más requieren esfuerzos para descarbonizar los procesos productivos.El biogás es una de las fuentes que podrían llevar a cero carbono. Es fundamental que las empresas exploren la transformación como un todo y no de forma individual.En la movilidad de carros particulares, expertos señalan que el reto radica en construir muchas estaciones de carga por todo el país.Fernando Branger, ejecutivo senior de Transporte y Energía de Caf, habló de la transición energética: “Lo que estamos buscando es la descarbonización de nuestro sistema energético, la contribución de cada país es, sin duda, una contribución para que el mundo pueda lograr los objetivos de que el aumento de la temperatura no sea mayor a 2 grados centígrados a nivel global”.Esta transición no es una tarea de pocos años, sino que de varias décadas. Además, no es barata, pues exige enormes inversiones: en Colombia, el costo de hacer el alistamiento institucional está calculado en 316 mil millones de pesos.Se requiere un gran pacto nacional para tomar conciencia sobre este compromiso llamado transición energética, una misión que busca un mejor país, un mejor medioambiente y una forma de vida amigable con el resto del planeta.En podcast: Transición energética