Gunter Pauli es el creador del concepto de la ‘economía azul’, un modelo que busca generar empleo y que se sostiene en el respeto al medioambiente, sin sacrificar a las empresas con altas inversiones.
Noticias Caracol habló con él y estas fueron algunas de sus reflexiones:
La felicidad
“Un premio nobel deprimido no vale nada comparado con un aprendiz entusiasmado. Y la felicidad no es ser feliz cada día, es un reto, una perspectiva, un estado mental. La felicidad nunca es aislada, es con otros”.
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¿Cómo enfrentar la pobreza de Colombia?
“No hay derecho de tener pobreza en Colombia porque tiene un ecosistema tan productivo, tan generoso, tan abundante.
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El modelo tiene que tener una lógica muy clara. Primero hay que responder las necesidades de la gente. Si tienes las necesidades de las personas aseguradas, tú vas a tener el dinero circulando en la economía.
Entonces, es volver al modelo de que, primero, todo el mundo tiene sus necesidades básicas aseguradas.
El desafío de tener la conciencia de que sí soy capaz de hacer el cambio y que hacer el cambio necesita múltiples acciones. No hay el deus ex machina (el dios que baja de la máquina) que llega y lo arregla todo.
Lo primero para mí es inspirar los jóvenes, porque si el joven solo tiene a Netflix y Facebook y Tiktok, qué pena, pero este joven no va a cambiar el mundo.
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Necesitamos tener la conciencia y esta es nuestra responsabilidad como adultos, como papás.
Necesitamos la cultura del emprendimiento no para ser el rico, el ‘unicorn’…no. El emprendimiento para el bien común.
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En América Latina, la lógica es…el que compite tiene que ser el más barato.
Pero, si yo tengo que ser el más barato contra Bangladés, Indonesia o Vietnam, no puedo cuidar mis empleados, no puedo tratar bien al medio ambiente, no puedo pagar mis impuestos. Y ahí necesito el valor agregado al centro.
Si tengo mi café y con el desecho de la cáscara puedo cultivar un hongo y el hongo me da una comida y el hongo es un sustrato que es bueno para mi gallina. Tengo mi economía local cuatro veces más con valor agregado.
Si del otro lado la presión es cumplir con el nivel de precios de Vietnam…les deseo mucho éxito.
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Tenemos abundancia, pero no sabemos manejarla. Tenemos el café, cómo es posible que solo se aproveche el granito, la cereza tiene mucho más. Además, la cereza está llena de antioxidantes y no la aprovechamos.
Tenemos un sistema de basura. Gastamos más esfuerzo en manejar la basura que en generar el valor agregado y ahí se necesita un G7 o un G20, una conciencia política.
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Lamentablemente no estamos porque seguimos con el modelo de que el que es más barato gana”.