Alfonso Hoyos, cofundador de la compañía, dice que la “clave del emprendimiento es la curiosidad”. Conozca la verdad detrás del éxito en Los que hacen empresa.
Hace más de 40 años, Alfonso y su esposa Liliana Restrepo fundaron la principal cadena de pollo frito del país.
Ambos aseguran que la meditación y las humanidades han sido claves para su negocio.
"La gente ya no distingue entre ilusión y realidad. Está confundiendo la felicidad con la prolongación del placer. Entonces, los grandes negocios de ahora son los que prolongan el placer. Necesitan dinero para poder desplazar el dolor con hedonismo", sostiene Alfonso.
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Fue justamente él quien montó un asadero de pollos, el primero que hubo en Pereira, y lo llamó Pollo Loco.
“Después Kokoriko estaba empezando por esa misma época y entré de socio de Kokoriko. En el año 76, le vendí a los socios, a la familia Robayo", dice.
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Ya juntos con Liliana continuaron en el negocio de alimentos y fueron distribuidores de helados Mimos en Pereira.
Allí fue cuando se dieron cuenta que en la ciudad no existían pizzerías y montaron la primera en un pequeño local, estratégicamente ubicado frente al parque del El Lago.
"El pizzero tiraba la masa para arriba, que era lo que la gente llamaba las arepas voladoras, y entonces se asimilaba al jueguito de frisbee”, cuenta Hoyos.
Liliana agrega que “la gente salía de misa y se agolpaba en la ventana a mirar qué era eso y entraban a preguntar 'que a cómo eran las arepas voladoras'".
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Entonces, Hoyos revela que le cambió las letras del final y de ahí salió el famoso nombre Frisby.
Un año después de abrir la pizzería, ofrecieron pollo frito en el local.
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Por esos años, Fernando, hermano menor de Alfonso, estudiaba en la Universidad de Georgia, donde conoció a uno de los distribuidores de las freidoras a presión marca Henny Penny y al profesor Kirk Hale, experto en tecnología de productos avícolas.
Hale fue quien ayudó a desarrollar la fórmula del pollo Frisby.
“Fuimos los pioneros del pollo frito porque en Colombia solo existía el pollo asado", señala Hoyos.
Pereira era solo el comienzo, luego tuvieron locales en Valle, Armenia, Manizales y Medellín. "Si tu no arriesgas, tampoco logras”, afirma Liliana.
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Cuarenta y tres años después de su fundación, Frisby cuenta con más de 270 locales en 60 cabeceras municipales y cerca de 4 mil empleados. Es la tercera cadena de comidas rápidas de Colombia y la primera en pollo.
Buena parte de sus colaboradores son mujeres y a través de su fundación se promueve el liderazgo, la biodanza y se financia el Instituto Tecnológico de Dosquebradas, que ha graduado a 500 alumnos.
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Y cuando se les pregunta si han pensado en vender la empresa, su respuesta es clara: “Cómo va uno a vender un hijo”.