En medio de las dificultades, las mujeres se han abierto espacio para ser emprendedoras, líderes de compañías y generadoras de empleos para otras. Este es un reconocimiento, a través del ejemplo de siete de ellas, para todas las mujeres en su día.
No hay discusión alguna en que las mujeres son fundamentales en la economía de un hogar, de una sociedad y de un país. Es por eso que hay que reducir el desempleo femenino y promover su empoderamiento.
Expertos dicen que si se disminuyen las barreras para que las mujeres sean independientes, el PIB de Colombia aumentaría de forma significativa.
“Cuando las empresas tienen una cultura empresarial y políticas inclusivas crece la probabilidad de aumentar la rentabilidad y la productividad en un 63%, aumentar su creatividad e innovación y apertura en un 59%, mejorar la capacidad en interés y demanda de los consumidores en un 38%”, asegura Adriana Solano, la presidenta del Consejo Colombiano de Seguridad.
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Hay cualidades innatas en las mujeres que aceleran el proceso del crecimiento de las empresas, como son el orden y la buena administración.
“Trabajamos con personas mayores de 50 años, chicos de 20 años hacia abajo, y queremos invitar a todos los empresarios a que sigan adelante”, dice María del Carmen Pinzón, la propietaria de un restaurante que es solo uno de diete ejemplos de tenacidad femenina que ha salvado empresas en esta pandemia.
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“Ya tenemos varios empleados, hemos crecido como negocio, ya tenemos más locales. A pesar de toda esta pandemia, que nos ha afectado a todos como comerciantes, se puede seguir adelante”, afirma Andrea Martínez, dueña de un local en la plaza de La Concordia, en Bogotá.
Pero además, las mujeres desarrollan capacidades de liderazgo en sectores como el financiero y el tecnológico, que se abren espacio a través de las plataformas.
“En la mayoría de los casos somos más sensibles que los hombres, esto también nos hace que estemos mucho más abiertas a esos ‘imputs’ blandos que vemos alrededor de nosotros y que podamos catapultar toda esa información de los diferentes consumidores y de todas las personas que participan en nuestras plataformas para integrarlo dentro de las estrategias y dentro de la formación de productos y servicios que hacemos”, afirma Lina Monsalve, la mánager de Dafiti Colombia.
Sandra Ceballos, quien tiene 28 años, cuatro hijos y una bodega de reciclaje, relata cómo ha sido emprender siendo madre cabeza de familia.
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“Yo salía a las cuatro de la mañana, entonces ¿qué hacía? Cogía una tina donde yo lo bañaba, lo forraba en cobijas y lo tapaba bien y lo montaba en el triciclo y yo me iba reciclar con él”, recuerda sobre su valiente labor.
Desde que tenía 14 años ha clasificado la basura para reciclar y generar ingresos. En este tiempo no ha perdido una sola oportunidad para aprender y crear su propio negocio.
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Otra mujer que ha creído en salir adelante es Kelly Zapata, de 18 años. Desde pequeña, sigue los pasos de su madre, que es modista, para emprender con sus vestidos de quinceañeras.
“Comenzó con un juego de niñas. Yo la veía a ella cosiendo y yo cogía los retacitos que sobraban y la tijera, cortaba y el hilito y le hacía la ropa a mi muñecas”, dice la joven.
Y es que las mujeres colombianas han dado muestras de su espíritu emprendedor. Según Confecámaras, el 51% de las empresas de personas naturales creadas en el 2020 son lideradas por mujeres. El mayor número de ellas están en los sectores de comercio al por mayor y al por menor (49,8%), alojamiento y servicios de comida (16,2%) e industrias manufactureras (9,5%).