Publicidad engañosa, cobros injustificados y dificultad para reversión de pagos son solo algunas de las quejas que se han recibido de la plataforma.
La Superintendencia de Industria y Comercio estableció que Rappi ha incumplido con varias órdenes que se le habían impuesto, por estar sujeta a la legislación sobre comercio electrónico.
Entre ellas están no informar de manera previa a sus clientes que pueden retractarse y hacer la reversión del pago de su pedido y evadir las responsabilidades que le corresponden por ser un proveedor de servicios.
Según la Superindustria, Rappi tampoco respeta los precios sugeridos o adicionales que el cliente no quiere tomar y sigue sin tener claridad en el mecanismo de quejas y reclamos de los consumidores.
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