Aunque el impuesto al pan se salvó de la reforma tributaria , las hostias, consideradas el pan de la eucaristía, será gravadas al considerarse un alimento ultraprocesado, aquellos a los que se les agrega sodio, sal, grasa extra y azúcares.
El impuesto sería una tarifa del 10% y subiría gradualmente.
Para el padre Euclides Medina esto “sí afectaría un poco la comunión de los feligreses, parroquias, iglesias, pero vamos a esperar”.
Y para los productores de hostias es un impuesto que podría impactar sus ventas.
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Pero no solo las hostias serían gravadas, también alimentos de consumo diario como chocolate de mesa, arepas procesadas, chorizos, salchichas y tortas.
Por el contrario, sí se salvaron las obleas, el pan, el arequipe, la cuajada, la miel y el yogurt.
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Y si la iglesia puso el grito en el cielo con el impuesto a las hostias, Fenalco advierte que 250 mil tiendas estarían en riesgo de desaparecer por los llamados impuestos saludables.
Las famosas hormigas culonas de Santander también podrían subir de precio luego de que fueran clasificadas como un alimento ultraprocesado. Quienes se dedican a la venta de este insecto están pidiendo al gobierno nacional evaluar si este alimento se debe gravar en el marco de la reforma tributaria.
Actualmente una libra de hormiga culona está costando 60 mil pesos recién salida del nido, pero si esa misma libra ya se compra tostada y lista para comer, puede estar costando 130 mil pesos.