El nuevo salario mínimo
aumenta los costos laborales para los empresarios de todos los tamaños, pues no solo tienen que pagar el básico del salario, sino también los aportes a salud, los riesgos laborales, pensión, parafiscales, prima de servicios, cesantías, intereses de las cesantías y vacaciones.
Con el aumento para el 2023, el más alto en los últimos 22 años, sin descontar la inflación, los microempresarios empiezan a hacer cuentas, pues deberán pagar como salario mínimo $1.900.000.
Negocios como fábricas de zapatos, ventas, lavaderos de carros o motos, y restaurantes, entre otros, son ejemplos de unos de los que más generan empleos. El sector comercio, a partir de este aumento, tendrá que incrementar las ventas para poder pagar el salario.
“Nosotros tenemos aproximadamente 50 o 60 empleados directos, la verdad es un dinero con el que en estos momentos no se cuenta, con la inflación alta, con la materia prima alta, con el impoconsumo. Entonces, todo es impuesto tras impuesto, tras impuesto”, expresó José Acuña, dueño de un restaurante.
Según los expertos, si las empresas no logran aumentar las ventas, deberán tener estrategias para aumentar los precios de sus productos sin afectar más el bolsillo de los colombianos.
“Las empresas van a tener que incrementar los pagos, también van a tener que incrementar los costos en sus bienes, productos y servicios, los cuales comercializan. Entonces, el siguiente año, para Colombia, probablemente van a haber productos que se encarezcan”, afirmó el experto laboral Jeisson Balaguera.
Desde Noticias Caracol
se buscó la posición del Ministerio del Trabajo sobre las consecuencias que puede generar este aumento del salario mínimo en la formación y estabilidad del empleo formal en los microempresarios y hasta el momento no se ha tenido respuesta.
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