Se acerca la hora de que las centrales obreras, los empresarios y el gobierno definan -sea mediante discusión o decreto- el salario mínimo para el 2021.
En medio de esa puja, se conoció la propuesta de los empresarios de que el incremento al salario mínimo sea del 2 por ciento, es decir, 17.550 pesos, alza que las centrales obreras califican como indignante.
Precisamente, Fabio Arias, fiscal de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), y Luis Fernando Mejía, director ejecutivo de Fedesarrollo, controvirtieron sobre ese punto.
“Desde la CUT la hemos calificado como una propuesta indignante, porque hay tres fenómenos en este momento: la excepcional situación que vivimos, la gente perdió el empleo, sus ingresos, los formales se están volviendo informales; lo segundo es que no se pueden tratar los asuntos excepcionales de hoy con las viejas fórmulas, con las que ha trabajado siempre los empresarios y el gobierno”, señaló Arias.
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Mientras que Mejía dijo: “Desafortunadamente las cifras del mercado laboral son muy malas, una tasa de desempleo cercana a 3,6 millones de colombianos que quieren trabajar y no pueden conseguir un empleo, la situación económica es muy difícil. Hay dos elementos fundamentales en la definición del salario mínimo: la inflación, que este año va a estar incluso por debajo del 1,8 por ciento, y el otro componente que es la productividad laboral, que infortunadamente fue negativa”.
“Hay que tener cuidado con incrementos muy grandes del salario mínimo porque eso sí genera desempleo, recordemos que antes de la llegada de la pandemia, la tasa de desempleo en Colombia era del 10,5 por ciento, muy por encima de la tasa de desempleo de otros países de la región, como Brasil, México, Chile y Perú”, recordó Mejía.
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Mientras que el representante de la CUT aseguró: “Hay que reactivar la economía. Los economistas dicen que el problema es de demanda, lo que quiere decir que la gente no tiene plata en el bolsillo, va es a ver, a vitriniar, nomás, se requiere renta básica, subsidio a la nómina de las medianas y pequeñas empresas, y buenos salarios para que la gente pueda demandar (requerir), que haya plata en los bolsillos de los trabajadores”.
En medio de todo, está ese 2 por ciento que proponen de incremento al salario mínimo los empresarios, que podría verse en nada ante la inflación que, según Mejía, podría estar en el 1,6 por ciento anual.