Con 63 votos a favor y 13 en contra, el Senado aprobó en segundo debate la reforma tributaria,
que ahora pasará a ser discutida en Cámara. Durante la plenaria, los congresistas hicieron cambios al proyecto, como sacar el pan, el bocadillo y otros alimentos del listado de alimentos ultraprocesados que pagan impuesto.
El presidente del Senado, Roy Barreras, explicó cómo se aplicará la decisión.
Excluye de los gravámenes, como ha dicho el ministro de Hacienda en proposiciones que están aquí escritas y que están avaladas, el pan, la leche, la miel, los bocadillos, las obleas y todas las bebidas azucaradas hasta julio de 2023, y todo el paquete de alimentos solo será gravado, ha anunciado el ministro, hasta septiembre de 2023, es decir dentro de un año
El eje del proyecto salió adelante: las regalías de las petroleras no serán deducibles y se crean sobretasas para bancos e hidroeléctricas, así como para los hidrocarburos -del 15% como máximo- y 10% para el carbón.
En la reforma tributaria se suprimió el impuesto a las Iglesias, gravamen sobre el que se expresó la congresista Clara López: “Por encima del ruido de esta plenaria quiero recordarles por qué Jesucristo echó a los fariseos del templo, invito a votar sí la proposición de eliminación”.
Las peleas durante el debate de la reforma tributaria
El Senado aprobó el proyecto con 90 artículos y un recaudo de 20 billones de pesos, en una plenaria de más de 14 horas en la que parlamentarios, como Paloma Valencia, preguntaron “¿en qué se van gastar la plata? Porque si la plata es para seguir en un tren de gastos, van a llevar a un fracaso a la macroeconomía”.
Y mientras avanzaba la aprobación del proyecto, el debate se agudizaba.
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Gustavo Bolívar afirmaba que “ese es el cambio, cuando ustedes estaban todo se votaba en bloque y no nos dejaban hablar. Yo hubiera querido hablar la mitad de las veces que ha hablado el señor de la camisa blanca, para no nombrarlo, y nunca me dejaron hablar más de una vez, me decían ‘usted ya habló’ y me cerraban el micrófono”.
Ante este mensaje directo, el de “la camisa blanca”, el senador Miguel Uribe, le respondió: “Probablemente porque en vez de estar discutiendo con argumentos (usted) estaba promocionando la primera línea para que destruyera el país, y yo en vez de estar en la calle acabando con Colombia estoy aquí, tratando defenderla”.
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Otros discutieron temas personales. Wilson Arias afirmó que “los Char cobraban solicitudes de crédito, la gente se empobrecía en el país por 32.000 pesos, y que como los demás, en Colombia, fíjese usted, fue casi que el único caso en el mundo donde el capitalismo financiero repartió ganancias en medio de la pandemia mientras se desplomaba la economía por la que tanto dicen respirar y suspirar”.
Arturo Char le respondió y le pidió “que me respete y que respete el nombre de mi familia y si se financia y si usted tiene alguna duda sobre los negocios de mi familia, vaya y ponga la denuncia que tenga que poner, todas las denuncias que quiera”.
Tras la aprobación en Senado de la reforma tributaria, el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, trinó:
Que quede claro: no voy a renunciar al Ministerio de Hacienda. Estamos trabajando sin descanso para sacar adelante la reforma tributaria que necesita Colombia. Nuestro compromiso con el país y el manejo responsable de la economía es total y así lo seguiremos haciendo en este gobierno