Comenzó una nueva semana y con ella la reducción de la jornada laboral. A partir de la fecha la jornada laboral se reducirá de 48 a 47 horas. En esa línea, en julio del 2024 quedará en 46, en el 2025 se reducirá 2 horas más, y finalmente, en el 2026, bajará otras dos horas para quedar en 42 a la semana.
“En el mundo desarrollado, las jornadas máximas semanales están en el orden de las 40 horas, pero las jornadas realmente trabajadas son incluso inferiores”, señaló Carlos Prieto, del Observatorio Laboral de la Universidad Javeriana.
Estos cambios aplican en el sector privado, pero no en el público y tampoco cobijan a empleados con contrato de dirección, confianza y manejo.
Algunos gremios han expresado sus preocupaciones por los mayores costos que esto genera.
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“Ese incremento a nivel salarial estaría en el orden del 4%. Exactamente, la cifra es del 4.17%, según esta ley”, manifestó Camilo Ospina Guzmán, presidente de la Junta Directiva de Asobares.
Los empresarios ven inconveniente esta ley. “Se trabaja 48 horas semanales, 25% de lo que tiene el mes, trabajamos antes muy poquito, deberíamos de trabajar mucho más, por eso los países asiáticos van adelante”, expresó el empresario Mario Hernández.
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“Lo que hay que entender es que no se nos puede colocar al mismo nivel de países que tienen diferente desarrollo industrial a los de Colombia”, indicó Gerardo Benavides, empresario del sector de cuero, calzado y marroquinería.
Sin embargo, expertos señalan los beneficios en aumento de la productividad. “Ese tiempo puede generar una mayor calidad de vida para cualquier tipo de persona, asimismo pues sentir que la empresa está velando por su bienestar a nivel de salud mental, a nivel de salud física”, subrayó María Paula Peña, magíster en psicología clínica.
Y muchos empleados están de acuerdo. “Hay que motivar a la persona, al trabajador, a que cumpla con su producción en menos tiempo para así tener más beneficios”, exclamó Juan León, ingeniero de sistemas.
El Ministerio de Trabajo aseguró que esta reducción de jornada laboral no significa menos salario ni reducción de prestaciones laborales. Lo que sí implicará es que, una vez la jornada llegue a 42 horas, se acabará el derecho al día de la familia.
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Si una empresa no cumple con esta reducción se enfrentaría a sanciones y que el empleado pueda terminar su contrato laboral con justa causa.