El Congreso de la República aprobó el proyecto para reducir la jornada laboral en el país de 48 a 42 horas semanales. A esta iniciativa, presentada por el expresidente y exsenador Álvaro Uribe, solo le falta la conciliación y promulgación por parte del presidente Iván Duque. La reducción será gradual.
“La gradualidad empieza dos años posteriores a la promulgación, es decir dentro de dos años vamos a disminuir una hora, dentro de dos años vamos a disminuir una hora, dentro de tres otra hora, dentro de cuatro, dos; y dentro de cinco, dos”, explicó Juan Diego Echavarría, ponente del proyecto.
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Pese a esta reducción de horario, los trabajadores no verán afectado su salario. Según el ponente, lo que se busca es mejorar el desempeño laboral y aportar a la creación de nuevos empleos.
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“Si reducimos la jornada laboral a los trabajadores les va a tocar a las empresas contratar más personas”, señaló Echavarría.
Pero algunos congresistas aseguran que esta reducción tendría un impacto negativo en pequeñas y medianas empresas.
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“El efecto económico real será el de generar más presión a las pequeñas y medianas empresas, producir más desempleo y producir más informalidad”, manifestó José Daniel López, representante a la Cámara por Cambio Radical.
El autor del proyecto, el expresidente Álvaro Uribe, defendió su iniciativa.
“Antes del paro los pronósticos nacionales e internacionales hablaban de un rebote del 6% y ahora a pesar del daño del paro se está hablando de un rebote este año del 5.5%”, señaló el exmandatario.
Pero ¿qué pasa si alguna empresa incumple con el máximo de horas trabajadas?
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“Ahí la empresa va a ser sancionada por el ministerio, pero además de eso ya vendrían hacer horas extras y esas horas extras el trabajador acude simplemente ante un juez y reclama el pago de sus horas extras”, dijo el ponente.
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Empresarios y Gobierno no apoyaron la iniciativa
Para los empresarios, el proyecto de ley que reduce la jornada laboral es preocupante. Según ellos, va en contravía de la reactivación económica y a la generación de empleos.
Un estudio de la ANDI revela que establecer una reducción de la jornada laboral de 48 a 42 horas semanales, distribuidas entre cinco y seis días de trabajo, significaría miles de empleos que se perderían.
“Es muy probable que este proyecto termine generan un gran desempleo. La cifra que hemos estimado es que se pierdan 500 mil puestos de trabajo”, manifestó Bruce Mac Master, presidente de la ANDI.
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Los mismos cálculos de la ANDI advierten que antes del 2026 o 2027 el país no va a recuperar el crecimiento económico que traía en 2019, previo a la llegada de la pandemia.
Los empresarios advirtieron que el país debe ser cada día más competitivo, pero que un proyecto de estas características afecta sectores como el comercio, turismo, salud y servicios.
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“Los costos del empleo, por ejemplo, para el comercio que tiene que trabajar en horas de la noche, sábados, festivos, domingos, después de la hora 42 todo será hora extra y con recargo, lo que será muy difícil generar empleo”, detalló Jaime Alberto Cabal, presidente de Fenalco.
“Una estructura que está totalmente desgastada y que han agotado casi todos los esfuerzos posibles por mantener la estructura empresarial y preservar el empleo”, indicó Rosmery Quintero, presidenta de Acopi.
Para los gremios, la reactivación económica va muy lenta y esto también genera un alto nivel de incertidumbre.
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