El 2021 será el año de la reactivación económica. Es lo que esperan, y repiten, tanto expertos de economía como el Gobierno nacional.
“Primero es que tenemos que recuperar el crecimiento económico y esa es la razón por la cual tenemos la expectativa de que en el primer trimestre o segundo trimestre empecemos a ver una aceleración”, indicó el presidente Iván Duque.
Una aceleración que estará impulsada por el aparato productivo de las empresas e industrias y por mayor gasto del gobierno, lo que podría hacer crecer la economía por encima del 4%.
“Un crecimiento de la economía que estimamos alrededor del 4,4%, una cifra muy superior a la contracción económica del 2020 que fue seguramente cercana a 7%”, explica Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo.
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Pero ese impulso de la economía también trae consigo la urgente puesta en marcha de grandes proyectos que generen empleo y productividad al país.
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Así lo cree Marcela Eslava, decana de Economía de la Universidad de los Andes: “Será muy importante la inversión de recursos en la generación de empleos temporales atados a la infraestructura, a la construcción y otras formas de gasto de gobierno”.
Pero el mayor gasto y la mayor productividad se traducirían en un 2021 con altos niveles de deuda pública.
“Me preocupa la deuda pública, la deuda del Gobierno nacional, que en 2020 va a llegar al 65% del producto interno bruto. Esa es la deuda que aumentaría si el déficit fiscal es superior a lo que está proyectando el gobierno, que es factible”, señaló José Antonio Campo, excodirector del Banco de la República.
Pero la reactivación no viene sola. La crisis económica que provocó en el 2020 el COVID-19 también convierte a este año en un tiempo de retos fiscales.
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Un desafío que el Gobierno, entre otras cosas, busca enfrentar con una reforma tributaria agresiva. Con ella espera recaudar cerca de 20 billones de pesos y entre las propuestas están un impuesto general del IVA a la canasta familiar y poner a más personas a tributar.
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“Es una ampliación de la base de declarantes del impuesto sobre la renta, dado que hoy sigue siendo limitada en la medida en que solo tributamos 3.600.000 mil personas aproximadamente, y a partir de un monto determinado”, indicó Julián Jiménez, experto tributarista.
Pero no solo el gobierno espera obtener recursos por medio de una reforma tributaria, este 2021 también traerá reformas pensionales y laborales para terminar de cuadrar las finanzas del país.
“Hay que discutir los elementos de lo que podría ser una reforma laboral pensional que permitan aumentar la formalización de nuestra economía y de esa manera aumentar la productividad y crecimiento económico”, dice Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo.
Sin embargo, los ingresos proyectados en este momento podrían verse alterados por otros aspectos macroeconómicos que pueden jugar en contra de las finanzas del Estado, por ejemplo los bajos ingresos esperados por el petróleo, por lo que hay quienes plantean una estrategia adicional.
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“Lo que se necesita prácticamente es un aumento radical muy fuerte de las exportaciones no mineras, o sea no petroleras y creo que ahí debe estar el centro de atención de la política económica por parte del Ministerio de Comercio Exterior. Necesitamos algo más de 25% de esas exportaciones para compensar los bajos ingresos del petróleo”.
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Por el lado de los inversionistas en el país, se espera que en este arranque de 2021 las acciones en la bolsa tengan fuertes volatilidades en el primer trimestre, pero después la proyección es que será un buen año para invertir.
Diego Franco, analista de bolsa, así lo cree: “Algunos sectores que nos parecen interesantes para incluir en cartera son el sector de construcción y relacionados y eventualmente algo de exposición de activos del sistema financiero”.
El dólar caro podría quedar en el pasado. Si hay vacuna, reactivación económica sin fuertes restricciones y mayor confianza, se espera que el 2021 sea un año de un dólar alrededor de los 3.000 pesos.
“Que las economías puedan nuevamente retomar su senda y cuando los mercados y las economías estén más tranquilas, el dólar que usualmente actúa como algo llamado activo pasivo refugio podría no serlo”, dice Orlando Jácome.
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En general, la gran apuesta de este nuevo año es recuperar el empleo formal y generar mayores oportunidades laborales, pero eso solo se logra si los colombianos son conscientes del cuidado extremo que deben tener para no seguir propagando el virus a mayor velocidad.
Si no hacemos caso, las restricciones a la economía podrían regresar y eso solo nos llevaría a nuevas dificultades económicas con sus efectos sociales.
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