Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Push Noticias Caracol
Reciba nuestras notificaciones con lo último de:
Ahora no
Activar

Publicidad

“Rappi todavía es un avión que estamos construyendo en el aire”

La empresa es el emprendimiento tecnológico más importante de Colombia. Tiene 7 millones de usuarios en más de 50 ciudades de 7 países de América Latina.

Esta compañía supera los 1.200 millones de dólares, pero enfrenta retos como las múltiples críticas a su modelo de negocio y a algunos de sus repartidores.

Rappi no es el único negocio que Sebastián Mejía, Simón Borrero y Felipe Villamarín, sus fundadores y que tienen menos de 40 años, han hecho crecer.

Antes de fundar la compañía de comercio electrónico en 2015, hicieron exitosas a la transformadora de negocios digitales Imaginamos y a Grability, una empresa de tecnología ideada inicialmente por Simón y que permite a los clientes de las grandes cadenas de supermercados hacer sus compras a través de dispositivos móviles.

Publicidad

Y así como Grability les abrió el camino para llevar su tecnología a las grandes cadenas, también los llevó a descubrir que la gran falla estaba en tener la capacidad de entregar en corto tiempo los productos que los clientes pedían a los supermercados por medio de las aplicaciones.

"Veíamos que quizás la velocidad de reacción no era la que necesitaba el consumidor para poder tener una mejor experiencia de compra y ahí es cuando decidimos dar un salto al vacío y ponernos a empezar Rappi como un experimento en medio de otro emprendimiento", relató Sebastián Mejía sobre la forma como nació su empresa.

Publicidad

"Montemos una tiendita de 500 productos, crucemos nuestra tecnología de Grability. En vez de que le llegue a una tienda, le llegue un tendero virtual que recibe el pedido, va y lo compra y te lo entrega", es la forma como funciona esta iniciativa, contó Felipe Villamarín.

Entre los aliados de la compañía están, ente otros, restaurantes, farmacias, supermercados y marcas de consumo masivo. A ellos se les cobran tarifas por ubicaciones en la aplicación, promociones y también un porcentaje por las órdenes que los clientes hacen a través de la plataforma.

Desde su fundación, Rappi ha levantado casi 500 millones de dólares de algunos de los fondos de inversión para compañías de internet más grandes del mundo. El dinero se ha reinvertido en la operación y los fondos hoy son socios de la empresa.

Rappi compite con compañías como Uber Eats y Glovo, y aunque aún no gana dinero sus fundadores están tranquilos, porque “es un negocio muy de largo plazo, es un negocio donde nosotros estamos viendo que es un momento de invertir, de invertir en tecnología, en mejorar el servicio, en expandirnos”.

Publicidad

Uno de los mayores retos de esta empresa está en sus repartidores -que tienen ARL y póliza de seguro-, pues dicen que algunos de ellos contribuyen al caos de las ciudades, violando normas de tránsito.

Sin embargo, los creadores de Rappi afirman que en las capacitaciones no solo les enseñan cómo usar la plataforma, sino que también les dan indicaciones para no ir en contravía o volarse semáforos en rojo.

Publicidad

Además, afirman, tienen un canal abierto con autoridades en casi la mayoría de las ciudades donde operan.

Pero la visión de estos empresarios va más allá, al ver el impacto en movilidad que Rappi está geneando.

Con “las personas que dejan de desplazarse en sus vehículos para comprar cualquier tipo de producto empiezas a entender la movilidad de forma diferente”, explica Sebastián Mejía.

“En la región ya hay más de 30 mil rappitenderos y esperamos que para final de año haya 120 mil”, confía Felipe Villamarín.

Publicidad

Los fundadores de Rappi saben que más que entregas a domicilio, su negocio apuntará hacia los servicios financieros y el procesamiento de pagos.

  • Publicidad