Fundada hace 24 años en la costa Caribe, Petromil le genera valor a Colombia, aportando progreso e innovación. Esta empresa 100% nacional ha contribuido en la reactivación económica a través de sus diferentes unidades de negocio.
El presidente ejecutivo de Petromil, Amaury De la Espriella, habla de los logros, pero también de los retos de la compañía pionera en almacenamiento, comercialización y distribución de productos derivados del petróleo.
¿Qué es Petromil?
“Somos una empresa colombiana y nuestro propósito es ser la energía que brinda crecimiento y prosperidad a nuestros aliados, para que todos generemos progreso al país. Petromil significa ‘Petróleos del Milenio’; la primera palabra por el petróleo, que es nuestra materia prima de funcionamiento; y ‘milenio’, que hace referencia a los tiempos en los que inició nuestra compañía en 1997, muy cerca al nuevo milenio.
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Una de las principales características de nuestra gestión es el entendimiento que tenemos de los conceptos alianza y solidaridad, es por eso, que trabajamos en el fortalecimiento y crecimiento tanto de proveedores, contratistas, como de clientes.
En cuanto a nuestra actividad económica, somos un importante actor de la cadena de abastecimiento de combustibles líquidos y gas. Nuestra actual participación en el mercado se fundamenta en la prestación de una oferta de servicios que incluye el almacenamiento, transporte, comercialización y distribución mayorista de combustibles en el país.
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Así mismo, somos uno de los comercializadores más relevantes del mercado mayorista de gas natural comprimido y hacemos parte de la cadena de suministro por medio de la red de gasoducto virtual que nos facilita la distribución de este recurso a zonas alejadas y no interconectadas de las regiones Caribe, Pacífico y Andina.
La infraestructura y logística que poseemos son el soporte de las actividades que realizamos. Gracias a la fuerte y estratégica presencia estructural y el sólido soporte logístico que poseemos, ofrecemos garantías de calidad a nuestros clientes en cualquier sector y respondemos a las demandas del mercado ya sea en vía terrestre, marítima o fluvial”.
¿Cómo describiría el crecimiento de Petromil en estos 24 años de creación y funcionamiento de la compañía?
“El crecimiento de Petromil lo describiría como constante e inspirador, porque desde nuestra fundación con una estación de servicio en Santa Marta hemos logrado trascender y demostrar que se podía ingresar al negocio mayorista de combustibles cuando las únicas que lo hacían eran las multinacionales.
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Desde nuestros primeros años, pasando por la inauguración en Barranquilla de nuestro PDS insignia: Súper Estación Calle 84 en 2003, hasta la actualidad hemos aumentado la presencia nacional de nuestra red de estaciones.
En cuanto a infraestructura, el inicio de nuestra operación portuaria y de almacenamiento se dio en 2004 con la planta Telba, ubicada en la Zona Franca de Barranquilla, desde entonces no hemos dejado de aumentar nuestra infraestructura, incluyendo la inauguración en 2008 de La Candelaria, nuestra primera terminal interconectada, seguido en 2010 de la terminal Yumbo y en 2012 de la planta Río Sogamoso, interconectada a la refinería de Barrancabermeja. En la actualidad, contamos con cinco terminales ubicadas en Santander, Valle del Cauca, Bolívar, Atlántico y Norte de Santander.
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En el sector de gas, nuestra operación de Gas Natural Comprimido (GNC) comenzó en 2011 con la compra de infraestructura para almacenamiento móvil de gas. De ahí seguimos avanzando en el sector, hasta innovar en el mercado de las energías limpias, ofreciendo el servicio de generación de energía a diferentes sectores”.
¿Su infraestructura ha contribuido para enfrentar desabastecimientos de combustible?
“Contamos con cinco terminales de almacenamiento ubicadas estratégicamente para permitirnos brindar nuestros servicios en todos los extremos del territorio nacional con capacidad total de almacenamiento de 1’500.000 barriles de combustible.
Río Sogamoso, en Betulia, departamento de Santander, conectada con la refinería de Barrancabermeja, cuenta con 600.000 barriles de combustibles líquidos y es un punto estratégico para asegurar el abastecimiento de combustibles en el centro del país. Cubrimos el occidente del país con la terminal Yumbo, en el Valle del Cauca, con 25.000 barriles de almacenamiento. A través de nuestra terminal Agualinda, de 19.000 barriles de almacenamiento, ubicada en el municipio de los Patios en Norte de Santander, abastecemos el mercado de zona de frontera con Venezuela. Por su parte, en la costa Norte exportamos, importamos y almacenamos 220.000 barriles de combustibles recibiendo barcos de todo el mundo en la Terminal de Líquidos Telba en Barranquilla, ubicada en la zona franca a orillas del río Magdalena.
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Finalmente, en la zona de Mamonal en Cartagena, tenemos nuestra terminal La Candelaria, conectada con la refinería de Cartagena (Reficar), con una capacidad de 600.000 barriles de almacenamiento de combustibles. Fue allí donde se presentó la situación que puso en riesgo el abastecimiento del combustible de la región Caribe hace unos días y que, gracias a la gestión de nuestros inventarios, logramos mantener controlado el abastecimiento para nuestra red de estaciones Petromil.
Activamos nuestro plan de contingencia que contempló reuniones diarias para hacer monitoreo a las noticias de Ecopetrol y el Ministerio, seguimiento al avance del plan de trabajo y cronograma de arribo de las embarcaciones, así como un monitoreo diario de las ventas; y en función de esto hicimos un control razonado a los pedidos de las estaciones para atender sus ventas, procurando que los mismos se mantengan dentro de los parámetros normales de sus promedios diarios”.
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¿Qué lecciones les ha dejado la pandemia por el Covid-19?
“Esta ha sido una época compleja y nosotros no hemos sido ajenos a ello. Manteniendo nuestro compromiso empresarial, fuimos conscientes de la situación, lo que nos ha permitido tomar decisiones oportunas frente a la reducción de costos sin poner en riesgo la integridad de nuestras operaciones, pudiendo administrar exitosamente la crisis.
Si bien la venta en estaciones de servicio se vio afectada por la disminución en la movilidad, otras áreas han tenido oportunidades interesantes como el almacenamiento de combustible y la comercialización de gas. De otro lado, esta época ha sido de gran aprendizaje de la virtualidad y sus incalculables bondades, que con seguridad nos invitan a repensarnos.
Somos optimistas por definición, y por eso creemos que el negocio de combustibles mantendrá esa tendencia dinámica que la ha caracterizado en los últimos años y nos visualizamos capturando oportunidades muy interesantes en el mercado de hidrocarburos en Colombia”.
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¿Cuál es la principal apuesta de Petromil y cómo ve la compañía en el futuro?
“Nuestra principal apuesta está en ubicarnos entre las primeras cuatro mayoristas del país y ser líderes en soluciones logísticas y energéticas, ofreciendo una experiencia de servicio impecable al cliente.
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Así mismo, trabajamos diariamente en crecer y fortalecer las relaciones con nuestros aliados, conquistar nuevos territorios en el país por medio de la apertura de más estaciones de servicio y seguir fortaleciendo nuestra infraestructura y logística. Del mismo modo, desarrollar nuevos proyectos sinérgicos, donde podamos seguir creciendo en nuestra oferta al mercado, a partir del apalancamiento que podamos explotar de nuestra infraestructura, capacidad instalada, y acceso a puerto. Así como desarrollar proyectos relacionados con Gas Natural Licuado (GNL) a pequeña escala y ofrecer nuestros servicios de Gas Natural Vehicular (GNV) al transporte de carga.
Sobre nuestros proyectos a mediano y largo plazo pensamos entrar en el negocio de la importación de combustibles cuando las señales regulatorias estén dadas, incrementar el nivel de automatización de las plantas para capturar mayores eficiencias e implementar esquemas de transporte multimodal entre la costa Norte y el interior del país”.