Se volvió muy usual que las familias reciban en su casa cartas o mensajes de correo que al parecer provienen de personas que están suplantando a las autoridades.
Si usted recibe una carta o correo de la Secretaría de Hacienda o de cualquier otra entidad, esto es lo que debe hacer:
- Verifique que sea una carta real. Llame a la entidad respectiva y pida que le confirmen o eleve una consulta formal por escrito a dicha entidad
- Las cartas fraudulentas traen un tono amenazante. Le hablan de embargos, investigaciones y sanciones y le dan plazos perentorios para hacer lo que piden
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- Además, piden comunicarse con un funcionario específico y hasta le dan un número de celular para el contacto, supuestamente, para darle opciones que le eviten un problema con esa entidad
- Generalmente estas cartas no tienen remitente especifico. Es decir, no trae su nombre ni otra identificación. Solo dice: “señor propietario”, “señor contribuyente”, o similar
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- En todos estos casos, sospeche, puede tratarse de un intento de estafa por parte de personas que suplantan la autoridad y envían cartas o correos electrónicos falsos