Hay cinco competencias blandas buscadas por las empresas en sus trabajadores.
La primera es inteligencia emocional. Que la persona sepa desarrollar y controlar sus capacidades de relacionamiento con los demás. Eso incluye autoconciencia, motivación, entusiasmo y perseverancia.
También, desean que haya apertura de aprendizaje. Aprender nuevas formas de hacer las cosas. Innovación, comunicación y el buen uso de la tecnología son parte de eso.
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Asimismo, entre las competencias blandas, se busca de los empleados capacidad de persuasión. Aprender a vender las ideas, productos o servicios. Captar la atención de los demás en nuestro grupo de trabajo para convencer.
De igual forma, los jefes esperan adaptabilidad. La capacidad de ser flexibles y ajustarse a los cambios. Poder transformar las debilidades en fortalezas o modificar el enfoque inicial.
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Por último, en materia de competencias blandas, las empresas quieren proactividad. Que sus empleados se anticipen a las necesidades de la organización, que sepan responder con rapidez, eficacia y eficiencia.