Algunos se pusieron agresivos cuando vieron al periodista de Noticias Caracol e, incluso, uno de ellos con su bicicleta lo golpeó por la espalda. ¡Nada justifica la violencia!
Los que protestaban decían que los periodistas solo muestran el vandalismo y no las causas de la marcha.
En su recorrido, Juan Diego Alvira llegó a un conjunto residencial donde habló con varios pensionados y ciudadanos que no pudieron ocultar su rabia por la reforma tributaria.
Es el caso de Yolanda Avendaño, una jubilada que molesta dice que se ganó su “pensión con el sudor de la frente sin nunca robar un peso y hoy en día a mí me quitaron la mesada 14, no nos pagan lo del mínimo, nos pagan menos”.
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Por su parte, Luz Ramírez cuestionó que “las pensiones, que nosotros ganamos apenas un mínimo, hasta eso quieren abrocharnos”,
Para el jubilado James Prada “las marchas son muy buenas, porque esa vaina de la reforma tributaria es un atraco que el presidente Duque le está haciendo al pueblo”.
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Y otro entrevistado, el psicólogo clínico Jesús Cardona, dijo que el proyecto del Gobierno “es indignante porque si se dice que el recurso presupuestal ya se está acabando, que no hay más, por qué se asigna más dinero a otras cosas que en este momento no son prioritarias”
La rabia es generalizada y todos coinciden en algo: la reforma tributaria no es oportuna en este momento de desempleo y cuando la pobreza extrema se incrementó. Piden, mejor, acabar con la enfermedad de la corrupción.