La inflación es la principal razón por la cual el consumo en los hogares colombianos está decreciendo. En septiembre de este año los gastos representaron de 76,5 billones de pesos.
“La gente ya no compra tanto como antes, si llevaban 4 libras ahora no llevan sino 2 libras”, señala Nohora Rodríguez, propietaria de un negocio de fruta.
Aunque el impacto de la inflación ha sido fuerte para el bolsillo de los colombianos, sobre todo en los hogares de ingresos bajos y altos, el comportamiento del mercado laboral y entrada de ingresos ha logrado mantener las cifras de gasto.
El gerente de Raddar, Camilo Herrera, señala que “el gasto de los colombianos continúa apalancado por la creación de empleo, el retorno a estar por fuera de casa y evidentemente al uso de tarjeta de crédito que crece por encima del 27%”.
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En comparación con septiembre del año pasado, la cifra de consumo aumentó en un 16,6 %. Sin embargo, si se tiene en cuenta la inflación del 11,4%, realmente el crecimiento del gasto fue del 4,7%.
A pesar del crecimiento, los compradores siguen sintiendo el impacto en el bolsillo.
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Según el mismo estudio, los colombianos gastan en comidas por fuera de casa, entretenimiento y transporte y comunicaciones. Además, el consumo de tarjetas de crédito sigue teniendo gran participación en los hogares colombianos.