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Según lo aprobado por las comisiones económicas del Congreso de la República , al pan que dentro de su proceso de producción se ubique en la lista de ultraprocesados aplicaría un impuesto del 10% para el 2023, el cual subiría al 15 % en 2024 y finalmente quedaría en 20% en el 2025.
En días pasados el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, concluyó que los que van a pagar ese aumento son “los productos industriales”.
Pero tal y como está el texto de la reforma tributaria en este momento, el denominado impuesto saludable aplicaría para productores con ingresos anuales superiores a 134 millones de pesos, lo cual descarta que muchas de las panaderías de barrio salgan afectadas con este impuesto.
Marcela Morales, la directora de la Asociación Nacional De Fabricantes De Pan, Adepan, dice que según el cálculo de ellos “el gremio de los fabricantes de este alimento, un pan que sea gravado podría llegar a costar al menos $800 en 2025”.
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Por ejemplo, uno de los panes que sería gravado es el roscón, pues tiene relleno dulce y azúcar por encima.
Pero aún sin reforma, el pan, alimento presente todos los días en la mesa de colombianos, ha subido su precio considerablemente. Javier Rincón, productor, reconoce que “normalmente un pan costaba $300. Con el incremento de los costos subiría a $500 y podría llegar a $600”.
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En la reunión de ponentes de la reforma tributaria que se realiza este lunes se estudiará cuál será la ponencia que se discutirá en último debate de Senado y Cámara de Representantes. Allí, algunos sectores pondrán sobre la mesa exclusión del pan de la reforma.
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