El Índice Departamental de Competitividad revelado por el Consejo Privado de Competitividad pone en evidencia los retos que las autoridades locales y el próximo gobierno electo de Colombia deberán atender en el corto plazo. Con casi un 90% de las variables provenientes de los años 2020 y 2021, la medición de la competitividad evalúa factores como capital humano, eficiencia de los mercados y un ecosistema innovador. También más instituciones, infraestructura, adopción TIC, sostenibilidad ambiental, salud, educación formación para el trabajo, entorno para los negocios, entre otros.
Teniendo en cuenta esos indicadores, en las primeras cinco posiciones del escalafón están: Bogotá, D.C., Antioquia, Santander, Risaralda y Atlántico. Bogotá D.C. presenta una calificación de 8,59 sobre 10. En el segundo lugar, se sitúa el departamento de Antioquia con 6,93. En el tercer puesto está el departamento de Santander, que sube tres posiciones y logra un puntaje de 6,33. En el cuarto lugar, se ubica el departamento de Risaralda y, finalmente, Atlántico aparece en el quinto lugar con un puntaje de 6,29.
Los departamentos con mayores retrocesos son el archipiélago de San Andrés y el departamento de Cesar.
En el año 2006, el Sistema Nacional de Competitividad e Innovación trazó como una de sus metas centrales lograr que, a 2030, Colombia se ubique entre los tres países más competitivos de América Latina, una fecha que, a pesar de la pandemia y los desafíos impuestos por el COVID-19 en términos de desigualdad, debe mantenerse.
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