El 2021, confiaban muchos, sería el año de la reactivación, pero enero sorprendió con más confinamientos, contagios deCOVID-19 desbordados y un sistema de salud colapsado. A diario se publican cifras económicas devastadoras.
A Guillermo Marttá, por ejemplo, las cuentas no le cuadran. En su local de electrodomésticos, los arriendos, los servicios y el pago de nóminas lo ahogan cada día más.
“Nosotros teníamos proyectado mucho más este año, que de pronto se iba a reactivar, pero, así como están las cosas es difícil que se pueda cumplir esas metas. Va a tocar reducir más la planta de los empleados”, cuenta.
Y es que la crisis económica se ha traducido en nuevas necesidades y en muchos casos hasta en hambre.
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Fedesarrollo estimó el costo que generarán las restricciones y cuarentenas en todo el país y planteó dos escenarios:
- En el que el retorno a las actividades económicas se dé en febrero en un nivel similar al observado en diciembre, esto le costaría al país 8,3 billones de pesos.
- En el que el retorno a las actividades se haga de manera gradual hasta el mes de marzo, costaría 12,5 billones de pesos.
“Es decir estamos hablando de una cifra entre el 0,8 y el 1,2 por ciento del producto interno bruto. Esto por supuesto además traerá consecuencias en materia del empleo, estimamos que la tasa de desempleo podría subir entre 0,6 y 0,9 décimas, lo que implica que alrededor de 146 mil personas quedarían desempleadas producto de los costos asociados con estas restricciones”, indica Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo.
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En solo Bogotá y la región, según la Cámara de Comercio, se han cerrado el 11 por ciento de empresas, es decir unas 450.000 que no están generando empleo.
Sin embargo, aunque el dilema de la economía vs. salud ya completa un año entre los gremios y el gobierno, la realidad es que el futuro dependerá del autocuidado, del ejemplo que dé el comercio con el uso adecuado del tapabocas y el control de las aglomeraciones con la venta informal.
En contraste, para evitar el colapso del sistema de salud colombiano, especialmente de las unidades de cuidado intensivo, expertos en salud hablan de la necesidad de mantener a las personas en casa.
“Las medidas como cuarentenas y toques de queda contribuyen a disminuir el contacto social y eso a su vez disminuye las tasas de contagio de COVID”, señala Fernando de la Hoz, profesor de epidemiología de la Universidad Nacional.
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“Definitivamente, todas las medidas que lleven a disminuir la interacción, que haya menos movilidad y menos contacto entre nosotros va a hacer que esa velocidad de trasmisión del virus disminuya”, anota el epidemiólogo Carlos Álvarez.
Por su parte, el epidemiólogo Jorge Cortes asegura que desde la perspectiva de salud pública son efectivas las medidas.
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“Disminuyen el número de enfermos, disminuyen el número de hospitalizaciones, disminuyen la mortalidad; de hecho, los chinos comprobaron que con estas medidas se podía controlar la pandemia”, agrega.
Para ellos la mayor presión está en las UCI y también es la principal razón para que se adopten medidas como la ley seca y los toque de queda.
“Es básicamente disminuir la presión que tienen las unidades de cuidado intensivo recibiendo otro tipo de pacientes, que no sean pacientes con COVID”, subraya Jaime Ordóñez, epidemiólogo y magíster en economía de la salud.
“Quedarnos en la casa ayuda a disminuir la cantidad de casos que van a llegar, obviamente la cantidad de casos de infección, pero también la cantidad de casos que llegan a las unidades de cuidado intensivo”, explica María Fernanda Gutiérrez, viróloga de la Universidad Javeriana.
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Pero, además, coinciden en que mientras no haya vacuna, frente a los picos de contagios, las cuarentenas serán necesarias.
“Lo que pretende este tipo de cuarentenas es disminuir la alta ocupación en las unidades de cuidado intensivo en los sectores que hoy están presentando ocupaciones superiores al 80 por ciento”, manifiesta Fabiola Rey, epidemióloga de la Universidad EAN.
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“La mejor forma de mantener un equilibrio adecuado entre la economía y la salud es hacer una búsqueda activa de personas asintomáticas en la población general, aunque el país ha aumentado el número de pruebas en los últimos días se deben al menos triplicar”, agrega Ordóñez.
Bogotá ha sido la ciudad más golpeada por las restricciones y donde se alberga gran parte del comercio en el país, solo la capital representa la mitad de los costos que a nivel nacional dejarán los confinamientos.
Por eso, hay una mesa de diálogo entre los gremios y el Distrito para evaluar las medidas a tomar frente a la crisis.
“Los sectores nos han enviado cartas donde muestran sus números y nos proponen unas soluciones que van desde el tema tributario hasta el tema de fondos o inclusive como hablaron los doctores del rastreo y desde ahí nos sentamos a mirar qué es viable de manera inmediata. Por eso sesionamos cada 15 días para ir en la misma secuencia de la enfermedad. La pandemia sin duda ha ocasionado unos costos muy altos en el mundo y por donde lo mires y como lo midas y Bogotá no es la excepción y por eso queremos estar sesionando colaborativamente con los expertos en economía, así como están sesionando los expertos en salud”, asegura Carolina Durán, secretaria de Desarrollo Económico.
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Los médicos reiteran la importancia del autocuidado como una medida fundamental para, entre todos, frenar la propagación del virus.