La administración financiera exige tener claros los gastos en el hogar y saber cómo ajustarlos, para esto debe analizar y controlar cuatro puntos.
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- Los gastos fijos, que son los que llegan mes a mes y no se pueden evadir, por ejemplo, arriendos, pensiones, servicios públicos y mercado. Son los que se llevan hasta 70% de sus ingresos y sus pagos no se pueden retrasar.
- Los gastos variables, que cambian según sus circunstancias o gustos. Ahí están la ropa, salidas a cenar, entretenimiento y gastos hormiga. Estos generan grandes huecos financieros, así que vea cuáles puede reducir o eliminar.
- Los gastos personales, que solamente lo benefician a usted, por ejemplo, un paseo que se quiere dar o los tenis de marca que quiere comprar. A veces resultan muy caros, se pueden posponer y pueden ser una vena rota de sus finanzas.
- Los gastos inesperados, que llegan sin previo aviso: una urgencia médica, el daño de un electrodoméstico o un arreglo en casa. Para estos gastos usted debe tener un fondo de emergencias.
Procure tener un presupuesto detallado, analizar permanentemente gasto por gasto y ver cómo los ajusta. Fíjese el propósito de ahorrar una décima parte de su ingreso.