No hay cuota inicial. Usted paga un arriendo mensual que incluye costos financieros y seguros del inmueble.
Si al terminar el contrato quiere quedarse con el inmueble, paga una cuota final, que puede ser hasta 30% del valor de la vivienda.
La tasa de interés es menor a la de otras opciones, el plazo va hasta 30 años, y se puede pagar en pesos o en UVR.
El inmueble no figurará a su nombre, lo que lo aliviará a la hora de declarar renta y puede aprovechar ese contrato para algunas deducciones tributarias.
Eso sí, usted asume el pago de servicios públicos, impuesto predial, administración y otros cargos.
Además, muchas entidades financian por este sistema viviendas nuevas, usadas o sobre planos, en todo el país y casi todos los estratos.
Updated: agosto 13, 2018 08:19 a. m.