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A sus 99 años, dueño de la empresa de electrodomésticos más importante de Colombia sigue trabajando

Don José María Acevedo empezó como mensajero de un taller eléctrico en Medellín y ahora tiene una compañía que factura más de 800 mil millones de pesos al año.
Este visionario asiste a Haceb, la empresa que fundó hacia 1940, todos los días para seguir entregando lo mejor de sí mismo. Su memoria está prácticamente intacta y evoca, como si fuera ayer, pormenores de hace más de 80 años.
“Mi papá era carpintero, él se formó para hacer puertas y ventanas. Éramos obreros y pobres y casi trabajábamos el día para ganar con qué alimentarnos”, cuenta Acevedo.
Vivía en ese entonces en una casa pequeña que todos compartían.
“Era una casita de 25 metros o 30 metros cuadrados. Seis personas en un cuadrito muy pequeñito. Y ahí le cogí aborrecimiento a lo que era ser tan pobre”, recuerda.
Don José María cursó hasta, lo que en aquella época se denominaba, sexto de primaria.
“Mi papá quería que estudiara, pero no había donde”, dice.
Empezó a trabajar a los 10 años recogiendo naranjas en el solar de su casa para venderlas a los albañiles en los lugares donde su padre instalaba las puertas y las ventanas. Después se empleó como mensajero: “Empecé a trabajar haciendo mandados en un tallercito de reparaciones eléctricas. Miré como lo hacía el ingeniero, el que hacía las reparaciones”.
Al desarmar las partes de los aparatos descubrió dónde estaban sus falencias y decidió especializarse en reparaciones eléctricas: las hacía como ningún otro.
“Empecé a tener una fama de lo que yo hacía no tenía que volverse a arreglar”, resalta.
Hacia 1940, a los 21 años, José María decidió abrir su propio negocio de reparaciones eléctricas en el centro de Medellín. Se llamaba Taller Eléctrico Medellín y fue ahí donde, en plena Segunda Guerra Mundial y ante la escasez de parrillas eléctricas importadas, y de buena calidad, decidió fabricar las suyas.
Su genialidad estuvo en diseñar sus propios productos, dejar de reparar otros y prestar buen servicio. Inició con las parrillas eléctricas y bautizó su compañía con el nombre de Haceb.
Vinieron lámparas fluorescentes, calentadores de agua, estufas y neveras entrada la década de 1960. Después hornos, lavadoras y hasta aires acondicionados. Hoy, su compañía es una de las líderes en fabricación de electrodomésticos en América Latina.
Las instalaciones de Haceb, que factura más de 800 millones de pesos al año y emplea unas 4 mil personas, están ubicadas en el municipio antioqueño de Copacabana. Comprenden un área de más de 250 mil metros cuadrados.
Don José María las supervisa en un Renault 4 que lo lleva a las diferentes unidades que producen sus electrodomésticos, incluida, la planta de fabricación de lavadoras que, desde 2015, tiene en alianza con Whirpool. La compañía estadounidense lo buscó cuando la durabilidad de sus productos se hizo popular en otros mercados.
Haceb es una compañía familiar, pero administrada por terceros. La junta directiva es presidida por Héctor Arango. José María jamás aceptó involucrar a sus hijos en el negocio, pero desde hace muchos años les traspasó la propiedad.
"Yo no querían que sufrieran lo que sufrí yo. Me tocó trabajar varias noches y madrugar y hacer mucho esfuerzo, y no quise porque fueron hijas y no hijos, los que hubo en mi matrimonio. No había sino uno hombre que murió hace poco”, finaliza.
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