El griego Stefanos Tsitsipas, número cuatro del mundo, se clasificó por cuarta vez en los últimos cinco años para las semifinales del Abierto de Australia tras derrotar al joven checo Jiri Lehecka (N. 71) por 6-3, 7-6 (7/2), 6-4.
Tsitsipas, el principal cabeza de serie que queda en el cuadro, se enfrentará al ruso Karen Khachanov (N. 20) para intentar conseguir por primera vez disputar la final en Melbourne, una ciudad con una amplia comunidad griega donde dice sentirse "como en casa".
"Fue un partido a tres sets muy difícil, uno de los más difíciles hasta ahora en el torneo", dijo el griego en la pista. "Jiri ha hecho un gran torneo, ha empezado a jugar muy bien recientemente", agregó.
Con mucha más experiencia, el griego de 24 años sabía qué hacer ante un rival de 21 que nunca antes había pasado de una primera ronda de un Grand Slam: presionar en el resto hasta conseguir un quiebre y proteger su servicio, con el que no concedió una sola oportunidad de break en todo el primer set.
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En cambio, aunque fue después de cinco puntos de quiebre, consiguió romper el servicio en el primer saque del checo y ponerse 2-0 tras salvar una derecha que parecía ganadora de Lehecka con un globo que su rival no supo devolver.
Después de ceder más de la mitad de los puntos jugados con el segundo servicio, Lehecka afinó los primeros saques en la siguiente manga y cargó el juego sobre el revés del griego, que se frustraba al no poder encontrar tiros con su poderosa derecha.
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Incluso, con 1-2 a favor, el checo dispuso de 15-40 y tres ventajas que no supo aprovechar. Fueron los únicos puntos de break en un set que se decidió en el desempate donde Tsitsipas, especialmente fiable en los momentos críticos en este torneo, mostró su mejor nivel.
Abriendo su posición en el campo para dejar espacio a su derecha, Tsitsipas dominó claramente el desempate y, tras ponerse 6-1 a favor, cerró en el segundo punto de set con un drive cruzado sobre la línea.
En la tercera manga, ante un rival que ofreció mucha más resistencia que la reflejada en el marcador, el griego volvió a salvar una situación límite con un 0-40 en contra en el séptimo juego (3-3).
Y cuando todo parecía encaminado a otro desempate, aprovechó cuatro errores no forzados en un juego del checo para romperle el servicio y cerrar el último set tras 2 horas y 17 minutos de partido.
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