El griego Stefanos Tsitsipas presentó credenciales al título tras pasar nuevamente sin ceder un set a octavos del Abierto de Australia, donde la número uno del mundo Iga Swiatek pasó por encima de la española Cristina Bucsa.
Tres veces semifinalista en Melbourne, Tsitsipas se quedó como el jugador mejor clasificado en la ATP ante la ausencia del número uno español Carlos Alcaraz y las tempranas eliminaciones del campeón vigente Rafael Nadal y el noruego Casper Ruud.
Y el robusto tenista de 24 años hizo gala de esta condición ante el neerlandés Tallon Griekspoor (N. 63 del ranking), al que derrotó por 6-2, 7-6 (7/5), 6-3 en poco más de dos horas.
Imbatido este año y sin ningún set encajado en Melbourne, Tsitsipas se cruzará en octavos con el joven y peligroso italiano Jannik Sinner (N. 16), que sufrió para remontar dos sets al húngaro Marton Fucsovics (4-6, 4-6, 6-1, 6-2, 6-0).
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Aunque él y el ruso Daniil Medvedev, con quien podría cruzarse en semifinales, parecen los dos principales rivales del serbio Novak Djokovic, nueve veces campeón en Australia, el jugador heleno no quiere dejarse llevar.
"Nunca he hecho predicciones porque el deporte que he elegido jugar es impredecible", dijo. "Claro que hay favoritos. Todo el mundo lo sabe. Pero mi cabeza no está ahí", aseguró.
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- Inalcanzable Swiatek -
Otro aspirante es el canadiense Félix Auger-Aliassime (N. 7), quien desplegó su mejor juego en Melbourne para superar en cuatro sets a Francisco Cerúndolo (N. 29), el último argentino vivo en el cuadro masculino individual.
Después de dos partidos con inicios erráticos, el canadiense entrenado por Toni Nadal, el tío del campeón español, apabulló en el primer set al bonaerense, que no inauguró su marcador hasta el sexto juego.
Más agresivo en el resto y dominante con su derecha, Cerúndolo consiguió igualar en el segundo set, pero luego se quedó impotente ante el canadiense, que se verá las caras con el checo Jiri Lehecka, vencedor del británico Cameron Norrie.
También pasó el polaco Hubert Hurkacz, que se enfrentará al vencedor entre Medvedev y el estadounidense Sebastian Korda. Y el verdugo de Nadal, Mackenzie McDonald, perdió contra el japonés Yoshihito Nishioka, que se cruzará con el ruso Karen Khachanov.
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Aprendida la lección de los batacazos de grandes nombres como Nadal, Ruud, Taylor Fritz o la tunecina Ons Jabeur, la polaca Iga Swiatek inició en modo apisonadora su cruce contra la española Cristina Bucsa (N. 100).
En apenas 55 minutos endosó un inapelable 6-0, 6-1 a la española, que venía de eliminar a la canadiense Bianca Andreescu, ex ganadora del Abierto de Estados Unidos.
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"Vi a Cristina y sabía que puede ser sólida, así que no quería que pudiera remontar", dijo la polaca, que solo concedió seis puntos en el primer set.
En octavos, la campeona vigente de Roland Garros y del Abierto Estados Unidos, que todavía no cedió ningún set, se enfrentará con la ganadora en Wimbledon, la kazaja Elena Rybakina.
- La resaca del Murray-Kokkinakis -
También expeditivas estuvieron las estadounidenses Jessica Pegula (N. 3) y Coco Gauff (N. 7), que solventaron sus rondas en dos sets y se enfrentarán en octavos a la checa Barbora Krejcikova y la letona Jelena Ostapenko, respectivamente.
Y la campeona en Australia en 2012 y 2013, la bielorrusa Victoria Azarenka se aseguró un puesto en octavos al superar a la estadounidense Madison Keys.
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Fuera de las pistas, todavía duraba la resaca del épico partido entre el escocés Andy Murray y Thanasi Kokkinakis, una batalla de cinco horas y 45 minutos que terminó a las 04H05, el tercer partido con un fin más tardío de la historia.
Ante las críticas del mismo Murray o la legendaria Martina Navratilova, el responsable del Open, Craig Tiley, defendió que "no hay necesidad de alterar el programa". "Tenemos que encajar los partidos en 14 días, con lo que no hay muchas opciones".
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Pero tenistas como Pegula discreparon. "Esto no es sano (...) Es algo que definitivamente debe ser abordado y cambiado", afirmó.
En cambio, Tsitsipas lo consideró inevitable, e incluso positivo para el deporte. "¿Qué puedes hacer? Empezó a una hora razonable diría (...) Kokkinakis lo hizo largo. Murray lo hizo largo".
"Creo que al tenis le gustan estos partidos porque hay una historia detrás y va a ser recordado", dijo.